A la altura de Campana y General Paz, un puente que conecta la Ciudad de Buenos Aires con el partido bonaerense de San Martín se convirtió en una verdadera trampa para los vecinos. El cruce, que es paso obligado para llegar a la estación Migueletes, quedó en el centro de la preocupación por una ola de robos y al menos dos intentos de abuso sexual contra jóvenes que lograron escapar. Sin luz y con reiterados reclamos que no obtienen respuesta, el lugar ya es conocido como el puente del “tren fantasma”.
“Es una zona bastante oscura. Estoy reclamando hace mucho tiempo a Autopistas del Sol porque intentaron violar a dos chicas. Robaron a muchas personas. Mucha gente tiene miedo de cruzar el puente. Las luminarias están apagadas”, relató un vecino que grabó un video para exponer la situación de abandono.
Nadie se anima a cruzar el puente de noche porque no tiene luz. Los vecinos vienen reclamando hace meses y la solución no llega.
Desde Ausol —la empresa concesionaria— admitieron que el lugar forma parte de las zonas que deben monitorear, pero aseguraron que no cuentan con los medios para reparar las luminarias por su ubicación elevada.
Vecinos y trabajadores de la zona denuncian que los hechos delictivos se repiten a diario: robos a mano armada, arrebatos e intentos de abuso sexual.
El puente del "tren fantasma", lejos de conectar a los barrios, se transformó en un punto ciego donde reina la impunidad y el abandono.