¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

“Soy totalmente vengativo”

Pensante, abierto y controvertido. Roberto Piazza dice que después de encarcelar a su hermano abusador está agotado y duerme poco. Pero asegura ser una especie de Zeus que no perdona a los que le hacen daño. "Voy a militar en el INADI" remarca.
Miércoles, 11 de febrero de 2009 a las 15:28
Por José Luis Gallego

Luego de su libro Corte y Confesión, y de hacer encarcelar a su hermano por abuso sexual, Piazza  habla todo y de todos.

¿Cómo está tu ánimo, después de tanta exposición mediática?
Yo estoy acostumbrado a estar horas en televisión. Estoy desde hace años.
Porqué, por un motivo u otro, siempre estoy ahí. Mi presencia en radio y gráfica es permanente. Pero lo que pasa es que, sea este motivo o, cualquier otro, te agota.
Y a la vez tengo clientas y teatro, ensayo, que no pude hacer nada porque estoy con un dolor de garganta muy fuerte, por el cambio de clima. Pero en especial este tema del abuso sexual y, de la denuncia y, de haber metido preso a mi hermano, obviamente me pega muy de cerca. Y no es fácil de deglutir rápidamente. Hoy estoy agotado mal, cansado, no duermo, duermo poco. Me tengo que quedar hasta la madrugada viendo los temas del trabajo. Estoy agotado. De igual modo es un tema áspero y hay que seguirlo hasta las últimas  consecuencias.
 
Quiero que termine pronto para poder dedicarme únicamente a lo que es mi trabajo.
Pero yo, ya he decidido que voy a militar con el INADI, voy a militar contra la discriminación y voy a militar por todo el abuso sexual. Así que voy a estar metido en esta historia. Además, de lo que es mi trabajo de artista como diseñador y de artista como interprete actoral y musical.

Hay que tener pelotas para denunciar a un abusador y, más si se trata de tu hermano, ¿Sos conciente  de tu hombría?

No, no se si soy conciente o inconciente. Yo soy realista. Y soy totalmente vengativo.
Soy totalmente justo. O sea soy  una persona que, si yo digo blanco es blanco y si yo digo negro es negro. No cambio de opinión y si vos me cagas, te la voy a devolver. Yo voy por la vida en un camino derecho sin molestar a nadie. Es más yo puedo caminar,
no soy de los que saludan a todo el mundo por el edificio, hipócritamente, como hace la gente. Pero sí, soy un tipo que si vos me llegas a hacer algo que a mi me moleste, el resto de tu vida te vas a acordar de mí, porque hasta que no te vea morir no voy a parar.
Ya sea que me discrimines, como Valeria Mazza, que me discrimines a los gays, sea que me violes, salvando todas las diferencias, sea que me debas. Si me haces algo que a mi no me gusta, siempre, en algún momento de mi vida yo, te la voy hacer pagar.
Soy como una especie de Zeus, ¿viste?  En algún momento te voy a hacer caer el rayo en el medio de la frente.

Hablar de tu alma, de tu pasado en los medios ¿es una forma de sanación, de catarsis o como dicen algunos, el resentimiento es un veneno que se toma uno para que se muera el otro?

Yo en realidad hice una denuncia en un libro, y lo que hago es no negarme a ninguna nota. Te das cuenta que estoy agotado, me acabo de levantar hace 5 minutos, estoy desayunando todavía y te estoy dando una nota a vos, no es una catarsis ni una sanación, no es nada, simplemente tengo que aclarar, porque sino la gente se queda con un libro de un diseñador y algunos dijeron, mirá hizo un libro, inventó cosas y boludea y se piensan que es un libro frívolo, entupido. Mariquitas que hablan de ropita.
Y no es esa historia. Es una historia mucho mas profunda, mucho mas elevada.
Para que los argentinos abran las cabezas boludas que tienen. Me estoy dando cuenta día tras día que pasa, que en la Argentina, hay mucha gente muy copada, pero en un porcentaje mínimo. Están todos viviendo en una nube de pedos y miran para cualquier lado. No se meten, son cobardes, son hipócritas, son falsos. Son discriminadores, es una sociedad muy jodida la Argentina. Hay un grado pequeño de gente copada que, inclusive la debo tener  registrada en mi computadora, pero, de una vez por todas, hay que decir lo que a mi me encanta, cuando encuentro un pelotudo, decirle: ¿sabes que pasa?, ¡sos un reverendo pelotudo! Como ayer con un taxista que después de una nota me peleé y no me agarré del cuello con el viejo porque me saco Walter.

¿Sos de agarrarte a las trompadas?
No, pero si es necesario lo hago

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD