El hecho habría generado que se detenga la poda ante la seria posibilidad de que se repitan hechos similares. “Ahora nadie me aseguró que repondrán la cobertura de mármol porque cuando hablé con el encargado del cementerio primero reconoció la incompetencia de los que cortaron los árboles y después sólo me dijo que la iban a reparar”, señalaron a El Diario de Pilar.
Según parece, la única reparación implica volver a pegar las partes rotas con cemento u otro material de larga duración. “Pero eso no nos sirve porque nosotros pagamos piezas de mármol completas y no rajadas como van a quedar por más que las peguen con algo”, agregó el mismo hombre.
Por otra parte, se sabe que el hecho tuvo lugar hace ya 15 días y que desde entonces todo sigue igual, es decir que no se han repuesto las lápidas, ni se las han intentado reparar de la mejor manera posible.
De acuerdo a quien descubriera el grueso error laboral “no sólo es la de un familiar mío porque alcancé a ver otras tres que también estaban rotas por la caída encima de los troncos, realmente hubo una negligencia absoluta”.
El lugar determinado está a escasos metros del acceso principal de la necrópolis derquina y sobre la mano izquierda; justamente donde se encuentran las primeras y numerosas tumbas que separan al sector de bóvedas.
Por su parte el delegado municipal, Eduardo Mancini, recién supo del hecho la semana pasada, y porque le llegó una sólida versión emanada de fuentes extraoficiales. “Obviamente que debió ser algo involuntario, casi un accidente, de todos modos si hubo negligencia en la poda quienes acrediten relación con los restos de sus familiares que están en las tumbas rotas tienen todo el derecho a reclamar”.
No obstante el funcionario evitó definirse sobre si se repondrán lápidas de mármol nuevas o sólo se volverán a pegar sus pedazos, “porque primero quiero saber bien qué ocurrió, a cuántas tumbas afectó realmente y después se buscará algún acuerdo con los parientes”.
Su duda no carece de fundamentos porque si bien las rotas serían unas cinco, no se descarta que algunas hayan sido producto del tiempo y la falta de mantenimiento. Y eso evitaría una importante erogación o responsabilidad económica de la Municipalidad.
Mientras tanto, la poda de la hilera de árboles de enfrente está demorada y sería, justamente, para buscar un método que evite otra vez la caída de gruesos troncos sobre las lápidas.
23 de agosto de 2011