El hospital municipal de Quilmes, “Eduardo Oller”, está en jaque. El domingo pasado falleció un recién nacido luego de un parto practicado. Inmersos en un profundo dolor, los padres del bebé, Pablo Barco y Silvia Molina, señalaron que su hijo murió por mala praxis como consecuencia de falta de asistencia respiratoria en medio de una urgencia.
Es por eso que realizaron una denuncia penal en la Unidad Fiscal nº 9 de Quilmes, por lo que las autoridades municipales comandadas por el intendente Francisco “Barba” Gutiérrez debieron enfrentar la situación y prometieron abrir una investigación para determinar las causas del hecho.
“Se ve día a día el deterioro progresivo de la estructura funcional del hospital, llegando a tal indigencia que por falta de gas natural tener que calentar agua en microondas para bañar recién nacidos o ver acumular basuras con residuos patológicos sin sacar durante cuatro días, ni que hablar de la mala calidad de las comidas de los pacientes”, expusieron en un comunicado.
Pero esto tuvo una respuesta inmediata de Troiano, quien acusó a los representantes gremiales de perseguir “intereses políticos y económicos”. En cuanto a la tragedia, explicó que la madre del bebé muerto tuvo un sufrimiento fetal durante el parto, pero no precisó las causas del fallecimiento del recién nacido y volvió a negar las versiones que indicaban que no funcionaban los respiradores.
13 de agosto de 2010