Pero la hora establecida para el inicio del incendio fue aproximadamente 22.20, y los testigos dijeron que la luz se cortó rápidamente, por lo que la conclusión indica que hubo una interrupción previa a la que practicó el bombero.
Coronel explicó que la dotación que integraba estaba integrada por siete personas y fue la primera que llegó a Cromañón: "Cada uno tiene su función, están los que llegan la línea (la manguera) y yo, que soy electricista, soy el encargado de cortar la luz y el gas. Cumplí con mi función y me fui hacia el local a rescatar gente".
"Saqué los APR, que son los fusibles del tablero que suministran energía", respondió Coronel cuando el tribunal le pidió mayores precisiones. Tras describir el rescate de víctimas del interior del boliche, que "estaba todo a oscuras", Coronel se dirigió hasta el hotel que funcionaba contiguo a Cromañón, y comprobó que "no tenía luz".
El bombero inspeccionó el lugar ante la posibilidad de que "hubiera una conexión clandestina que estuviera abasteciendo de energía", pero tal cosa no ocurrió y, de hecho, el hotel carecía de energía eléctrica.
El argumento contrario lo hizo Juan Carlos Stabile, ex concesionario de la confitería del hotel Central Park, que se ubica lindero al boliche, tras reconocer que sí había luz en el edificio. Y hasta recordó que incluso "a las 6 de la mañana estábamos viendo televisión en la confitería, mirábamos lo que pasaba afuera".
Y además reconoció haber visto al que era conserje, Maximiliano Chaparro con un bombero, frente al tablero de electricidad del hotel. Aunque en su interrogatorio, éste sumó más dudas y contradicciones en al causa al expresar que "no se cortó la luz y ningún bombero entró a preguntar nada".