Tránsito

Carrió vs Larreta: los "Lilitos" presionaron y la Ciudad tomó el control del acarreo de vehículos

El gobierno porteño se hará cargo de un servicio polémico, que funcionaba en forma irregular desde 2001, por la presión que ejerció la líder de la Coalición Cívica

Un nuevo sistema de acarreo de autos mal estacionados va tomando forma en la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno porteño, mediante un decreto, le puso punto final a los contratos con las dos empresas que se reparten el servicio y se terminó así una larga historia de concesiones y contratos irregulares.

En un giro inesperado, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta se hará carga de un polémico servicio al menos hasta fin de año, mientras avanza un proceso de licitación. La transición culminará en los próximos días y terminará con la estatización de la actividad

Hace dos semanas cuando la Ciudad anunció las nuevas pautas que fueron publicadas en el Boletín Oficial no se esperaba un golpe de timón. Pero la semana pasada, en una maniobra que dejó al descubierto ciertas diferencias entre el Pro porteño y la Coalición Cívica, el alcalde porteño decidió ponerle fin a la concesión.

La polémica en torno al acarreo gira en torno a las empresas Dakota-STO y BRD-SEC que operan con contratos vencidos desde 2001 y sucesivas prórrogas a cambio de un canon que ronda los $55.000 mensuales. Entre ambas, y en promedio, levantan unos 350 vehículos por día y el costo del acarreo del vehículo es de $6525 (más el costo de la multa). El año pasado se realizaron unos 125.000 acarreos.

Desde la semana pasada los equipos técnicos de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad junto a la Jefatura de Gabinete están trabajando en la transición que podría culminar en los próximos días. Desde 2013 la Ciudad intenta regularizar el servicio de estacionamiento medido y de grúas de acarreo de vehículos, aunque por diferentes motivos al menos seis proyectos fueron descartados. Impugnaciones en la justicia y recursos de amparos elevados por legisladores de la oposición fueron algunos de los impedimentos.

Hasta que el servicio sea estatizado -se espera que Autopistas Urbanas SA (AUSA) tome el control- Dakota y BRD seguirán patrullando las calles. La primera de ellas se encarga de controlar el mal estacionamiento en Recoleta, Retiro, Palermo, Colegiales y Villa Crespo; la otra lo hace en La Boca, Barracas, Parque Patricios, San Telmo, San Nicolás y Monserrat.

"La ley 6353 de 2020 le daba al gobierno un plazo de dos años para adjudicar un nuevo servicio, plazo que vence el 4 de diciembre de este año. Como no es seguro que lleguemos a esa fecha con todo ese proceso concluido, veníamos trabajando en definir una modalidad que nos permitiese recorrer esta etapa de transición. Ya estamos trabajando en la implementación", explicó el jefe de Gabinete, Felipe Miguel.

Diferencias entre socios

La decisión no se esperaba y causó sorpresa hasta en el interior del Gobierno, pero se desencadenó por una diferencia política entre los socios del frente oficialista. La semana pasada los bloques de la oposición preparaban un pedido para tratar en la Legislatura, y en sesión especial, la suspensión del servicio de acarreo por las irregularidades en los contratos, pero no lograban juntar los votos necesarios. Fue en ese momento cuando Elisa Carrió le ordenó a sus diputados de la Coalición Cívica que se unieran a la oposición.

Rodríguez Larreta y su equipo eligieron tomar una decisión apresurada y desprolija, sin tener definido aún de qué forma se harán cargo del servicio, antes que pagar el costo político de que la Legislatura obligase al gobierno de suspender el servicio de acarreo. Y más aún, dejar expuesta una pelea con Carrió y sus "Lilitos".

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