Un vuelo de una aerolínea británica que despegó del aeropuerto de la ciudad inglesa de Manchester con destino a la isla portuguesa de Madeira, tuvo que desviarse de su ruta y aterrizar de emergencia en Oporto.
Según informaron fuentes de la aerolínea JET 2, esa maniobra fue "como medida de precaución, debido a que uno de los pilotos se sintió mal y sufrió un desmayo". También aclaró que "el aterrizaje lo llevó adelante el piloto, como debe ser".
Si embargo, pasajeros que presenciaron la situación, afirmaron que un hombre, que tenía experiencia manejando aeronaves, tomó la posta y realizó la maniobra correspondiente para que puedan aterrizar sin sufrir ningún accidente.
"La tripulación anunció que había sucedido algo en la cabina del piloto y otro piloto de Jet2 que estaba de vacaciones salió desde la parte trasera del avión. Un hombre sus servicios a la tripulación y entró en la cabina", relató Nicholas Banks, un bancario que estaba en ese vuelo.
"No salió hasta que ayudó al piloto a abandonar el avión cuando ya hubimos aterrizado. Al piloto original se lo llevaron en silla de ruedas y con una máscara de oxígeno," añadió.
Las pasajeras Tracey Jayne y Janet Woollen también confirmaron que uno de los pasajeros entró en la cabina de piloto. "Vi a un miembro de la tripulación hablar directamente con un pasajero, y este dejó su asiento y se dirigió a la cabina", dijo Tracey.
"Entonces nos dijeron que había ocurrido un contratiempo a bordo y que aterrizaríamos lo antes posible, pero no nos informaron dónde ni en qué aeropuerto", indicó.
El descargo de la compañía
En relación con el incidente, la compañía aérea pidió disculpas a los pasajeros a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, el portavoz de la empresa aseguró que estaban trabajando para enviar un avión y una tripulación de reemplazo a Oporto para trasladar a sus "clientes a Funchal lo antes posible".
La aerolínea no confirmó directamente al medio que ninguna otra persona aparte del primer piloto hubiera participado en el aterrizaje del avión.
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