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Costa Conurbano: bañistas "suicidas" no son rescatados por un tema de jurisdicción

Las aguas de la costa del Río de la Plata están gravemente contaminadas, sin embargo miles de chicos y adultos nadan en la zona.
Lunes, 11 de enero de 2010 a las 12:43
Opción B y sólo para gasoleros. Así son las playas más contaminadas del Conurbano. Desde San Fernando hasta Quilmes, el agua del Río de la Plata tiene sus pro y sus contras. Eso sí, todas están gravemente contaminadas y son visitadas por miles de personas que están dispuestas a correr el riesgo de sumergirse en el peligro. “Cuando no hay un mango, todo vale”, dicen los improvisados turistas.

"Sabemos que están contaminadas, pero hoy hacía mucho calor y las piletas son caras", reconoció un grupo de pibes que chapoteaba cerca de las costas del Tren de la Costa. Los chicos viajaron desde Isidro Casanova, partido de La Matanza, para mitigar el agobiante calor. El termómetro marca 34º y el día estaba insoportable.

Los visitantes de Quilmes, por ejemplo, tienen la actitud y la postura del típico turista marplatense: andan con varios niños, llevan sus reposeras, sombrillas y todo tipo de herramientas playeras. El paisaje lo terminan de pintar los guardavidas y las lanchas que cuidan el lugar. Podría ser como La Serena o la Bristol, salvo que allí, está permitido bañarse y acá no.

Según indica el matutino, los niveles de contaminación de las aguas que bañan la denominada Franja Sur del río, que va desde San Fernando hasta Magdalena, son medidos periódicamente por un equipo del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). En dicha medición, se utilizan escalas que van del 1 al 100, donde del 93 al 100, las aguas son aptas para todo uso. Entre el 53 y el 92, el espejo es de uso limitado. Luego, desde el 24 hasta el 52, se resguarda para usos mínimos como navegación y uso de energía y por debajo de ese número, está prohibida para todo tipo de utilización.

Y las costas del Conurbano tienen números realmente preocupantes. Del estudio se desprende que desde San Fernando, cruzando por San Isidro, Vicente López y llegando hasta Quilmes, todo el tramo del Río fluctúa entre los 37,  a la altura del Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) y llega a los 54 en Cuatro Bocas, Dock Sud.

En este mismo contexto, el ex director del Instituto Malbrán y epidemiólogo Emilio Santabaya. El profesional indicó los inconvenientes que podrían resultar de nadar en aguas contaminadas. Nada simple, porque lo más normal, “son las enfermedades estomacales y gastrointestinales y se deben al fácil ingreso que tienen las bacterias por la boca”, dijo al diario.

Aunque los peligros no teminan ahí ya que también existe la posibilidad de contraer tétanos y gangrena producidos por los cortes de vidrios y de otros residuos que invaden las aguas contaminadas.

El ejemplo más claro es la reconocida “Playita de Olivos”, en Vicente López. Que cada fin de semana se abarrota de gente que colapsa los bares que allí se erigen y que presenta diferentes opciones para pasar el día. El cartel que invita a recorrer el camino de la ribera es el mismo que “prohibe” chapotear en la playa. “Asunto que no basta”, afirmaron desde los municipios correspondientes , porque “una vez que vez que la gente está en el río” no los pueden sacar •pues es jurisdicción de Prefectura Naval Argentina”.

 

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