¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Los secretos del sexo pago

Las ofertas de sexo pago son cada vez más comunes y de mayor difusión. El negocio crece cada vez más y el abanico de variantes es cada vez más amplio. Para ahondar en el tema 24CON habló con el autor del libro "Sexo pago", Dario Deon.
Jueves, 04 de junio de 2009 a las 19:53

La oferta de sexo a cambio de "regalos" tiene muchas facetas. Las más conocidas son los avisos en diarios y revistas, las casas de citas, el ofrecimiento en las calles y, desde hace un tiempo, la flamante diva de los medios de comunicación: Internet.

Muchas son las dudas que surgen alrededor del sexo pago. Desde la situación legal hasta los tabúes sociales, pasando por el sexo pago encubierto y el curioso éxito de los travestis. Para ayudarnos a despejar estas incertidumbres, Dario Deon, autor del libro "Sexo pago", habló con 24CON.


¿Por qué continúa estando mal visto por la sociedad el sexo pago?

- No se si mal visto. Yo no lo llamaría de esa manera. Creo que al respecto hubo un cambio muy grande, producido por la cotidianeidad. Antes era un círculo muy pequeño y ahora la gran cantidad de oferta hace que sea algo cotidiano. De hecho hoy en día hay muchas mujeres que, si bien no lo harían, fantasean con cobrar. Lo que sí creo que aún existe es un tabú. Todavía se toma como algo que no se debe ventilar.

¿Por qué aún hoy está penalizado por la ley el sexo pago?

- El acuerdo entre partes no está penalizado. Si vos arreglas con una chica encontrarte para tener relaciones sexuales a cambio de un "regalito", no hay problema. Debe tomarse como un "regalo" por cuestiones impositivas, pero no hay más traba que esa. Lo que sí está penalizado es el prostituir a otra persona.

 

La Ley 840 lo que hace es penalizar al proxeneta. De todas formas lo que buscan muchas chicas hoy en día es la legislación de la prostitución como un trabajo más. De hecho la asociación AMAR (Asociación de Meretrices de la República Argentina) desde hace tiempo que intenta lograr esta legislación, para que las mujeres que se dedican a esto estén protegidas, seguras y paguen sus impuestos como cualquier comerciante.

¿Cuál es el papel de la Internet en este crecimiento de oferta y demanda?

- El aporte más valioso de la Internet son las imágenes. Con Internet las chicas encontraron la manera de colocar fotos propias (se sabe que los muchachos entran por los ojos) en cantidad y con costos muy bajos. En tanto los eventuales clientes pueden hacer su recorrida de selección desde la comodidad y tranquilidad de su casa.

En el sexo pago no sólo las practicantes son miradas de reojo por la crítica social, sino también los asiduos usuarios. Pero, el salir con una chica que no te interese más que sexualmente y llevarla a cenar, al cine y al hotel ¿No es también pagar por sexo?

- Siempre se piensa que quien paga por sexo lo hace porque no tiene la posibilidad de hacerlo de otra manera, ya sea por cuestiones estéticas o de personalidad. Pero eso no es así. Las personas acuden al sexo pago por muchos motivos. Hay muchos que no quieren involucrar sentimientos y sentirse libres de cargas o culpas  y de esta manera se sienten relajados.


Además está la cuestión de satisfacer deseos sexuales que no se animan a pedirle a sus parejas. Una de las cuestiones de mayor relevancia a la hora de optar por esta vía es el no sentirse juzgado. Eso es muy importante, porque esa mujer no lo va a juzgar y si lo hace ¿a quién le importa? Hay muchas personas que simplemente van a hablar. Pagan para hablar, como en el psicólogo. Es más, es increíble, pero al psicólogo se le miente y a estas mujeres no. Porque no hay vergüenza de por medio.


Después también están los depravados, aunque es muy difícil que estos pasen por la prueba de fuego: la voz. Aunque parezca mentira, muchas de las chicas que trabajan de esto, al tener mucha "calle", aseguran que pueden reconocer al hablar por teléfono con el posible cliente si aceptarán la oferta o no.

Para finalizar ¿Dónde cree que radica el éxito de los travestis?

- Fantasías. Principalmente es una fantasía, producto tal vez de una desviación. Porque en la mayoría de los casos (de los clientes) no se trata de homosexuales. No hay un hombre que busca a otro hombre. De hecho los más exitosos son los que más se asemejan a las mujeres. Entonces lo que hay es una fantasía de tener una mujer, que se comporte como mujer, pero que venga con una "sorpresita". También puede ser por una cuestión de comprensión a través del género. Al ser hombre comprenderá mejor las necesidades de los hombres.

 

 

En otro orden Dario Deon dejó una dirección de e-mail donde los lectores pueden comunicarse para consultar dudas o dejar comentarios acerca del libro: sexo-pago@hotmail.com

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD