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Al igual que Batman o Superman, tiene su alter ego. Cuando tiene un público dispuesto a escucharlo, agarra la guitarra, se pone su collar adornado con morcillas y se convierte en Willy Polvorón. Tiene dos discos editados: Pescado Alucinante y Tercer cordón, y hasta un documental llamado Sueños de Polvorón.
Lleva una camisa salmón, pantalones beige y anteojos blancos. Se sienta, pide un café chico, se saca los anteojos que le tapan la mitad de la cara y en ese momento se transforma en Willy Polvorón ante la vista de los transeúntes. Solamente lo sabemos nosotros porque no lleva la guitarra y el famoso collar. Pide que se guarde una estricta reserva de su identidad.
Nació en Los Polvorines, ¿cómo fue su infancia?
Soy de la zona norte de Los Polvorines. Como un chico de barrio de esa zona de chico me vi inclinado a encerrarme a leer. Hacía hincapié en los temas científicos. Estudié energía atómica, electrónica, física, óptica. Mientras mis amigos del barrio jugaban a la pelota yo prefería juntar libros y estudiar desde los 11 años.
¿Cuándo le picó el bicho de la música?
Mi papá me compró una guitarra en la antigua casa de Nuñez y entre los 9 y los 12 años me mandó a estudiar guitarra. A partir de ahí nos empezamos a juntar con los chicos del barrio a tocar y a componer. Me gustaban mucho los Beatles y Creedence, mi papá me compraba los LP en vinilo. En los 90 cuando empecé el CBC llevé la guitarra y a mis compañeros les gustó lo que hacía y me empezaron a invitar a los cumpleaños. En el ‘94 toqué en un club de Flores para 400 personas. Era curioso porque yo no tenía una banda, sólo una guitarra.
¿Tocaba covers?
No, porque en la década del ‘80 escribí lo que ya hoy son clásicos: La bicicleta, La tapita de gaseosa, Don Freire, Qué pescado, La canción del polvorón que es una canción inspirada en los campos de algodón de Creedence. Muchos dicen que es un plagio pero yo digo que es una inspiración.
¿Por qué canta lo que canta?
Hago lo que me sale. Yo no me propuse crear un estilo, cantar de esta manera, me sale así.
Pero usted es el creador de un estilo…
Si, el estilo parrillero. El inglés nuestro es pronunciado con mucho esfuerzo, pero es uno de los idiomas más hermosos del mundo. Yo lo canto porque me gusta mucho, debería enseñarse de forma obligatoria en todos los niveles y adoptarlo como segundo idioma oficial. El inglés es parrillero por la manera de pronunciarlo. Cuando canto: “Güen ai fain may sel of taim of trobel mother Mary coim tu mi”, el inglés se entiende pero no es pronunciado como lo hacen ellos.
¿Le dedicó un tema a Maradona?
Es un tema muy lindo que lo escribí porque Diego es un sentimiento. Ya no nos pertenece, es de todo el mundo. Vivió una época muy difícil en la que le faltó o no aceptó una contención de sus seres queridos. Lo vi en la AFA en el ‘78 pero no hablé nada con el. Estuve varios días en la Suizo Argentina cuando estuvo internado. Sufrimos mucho por Diego.
¿Crees que haya escuchado tu tema?
Supongo que sí.
¿A qué otro famoso le haría una canción?
A mi madrina, Elizabeth Vernaci, le escribí un tema que dice: “Que le hiciste negra mía al aire de la gran ciudad. Buenos Aires ya no es la misma con este bardo ya no es igual. Los tacheros siguen dando vueltas esperando tus comentarios. Por eso Negra nuestra no llegues tarde a la radio”. A Lalo Mir me lo encontré en la Rock and Pop de Mar del Plata y le dije que le había compuesto un tema: “Animal de radio”. Lo tengo que grabar, sólo me falta una banda de rock para también armar otro CD.
¿Por qué hizo un cover de un tema de los Beatles?
Yo admiro mucho a Lennon, me conmovió mucho su historia de vida que es muy similar a la mía, a la de Maradona, del pelado Ramón Díaz, que cuando vino de La Rioja fue conmigo al secundario.
¿Cuál es su sueño?
Poder filmar una película basada en un guión que escribí. Está ambientada en los ‘70 y se trata de un hombre que estuvo cuatro años internado producto de una descomposición etílica porque dejó de tomar. Tengo en mente ese proyecto.
¿Por qué toma a la morcilla como símbolo?
Es un símbolo bizarro por antonomasia. Es un complemento que no se puede eludir en una parrillada igual que el chorizo. Yo podría haber elegido el chorizo, pero la morcilla es un vocablo querendón.
¿Cómo definiría a la cultura bizarra?
La cultura bizarra es una cultura en la que nosotros interpretamos a una persona que quiere divertirse sin caer en ninguna tendenciosidad. Se quiere divertir porque estudia, trabaja, vive con su familia y no quiere otra cosa.
¿Qué características debe tener una persona para ser un bizarro?
Los bizarros somos una mega tribu urbana con una característica nueva: somos gente común, trabajadora, estudiosa que reivindicamos a la cultura como base fundamental de la comunicación de los pueblos. Para formar parte hay que ser una persona cristalina, honesta, y creer en Dios sin importar la religión que se profese. Hay gente grande y jóvenes. Hay una tendencia que cuando los bizarros vemos que vienen chicos jóvenes automáticamente asumimos el rol de persona mayor para que no les pase nada, cuidarlos y contenerlos.
¿Quién es fue el primer bizarro?
El primer bizarro fui yo. En la página web www.bizarren.com.ar aparecía Willy como un personaje bizarro y enumeraba las características. Nicolás, el organizador de las fiestas, se sintió identificado y me pidió que yo sea la persona que encarne nuestro baile y de ahí en más empezamos a rescatar a otros bizarros como Alcides, Pocho la Pantera, Machito Ponce y Yazzi Mel. El profesor Lambetain actuó por última vez con nosotros.
¿Y por qué la frase “La vida es una sucesión de asados”?
Surgió por cada dos o tres meses nos reunimos los amigos de la universidad en un lugar distinto. Una vez le dije a uno de ellos que había que organizar el asado de fin de año. Hicimos el asado en el club de almaceneros de Ezeiza y dejamos la morcilla en la mesa y de ahí salió el tema “Se me calienta la morcilla”. Y “la vida es una sucesión de asados” es porque después de uno viene otro y así se te va pasando la vida. Porque para nosotros la vida aparte del movimiento cultural que queremos fomentar es el asado.
¿Se viene otro CD?
Tengo los temas para un próximo CD. Me falta un sponsor y volverme a juntar con los chicos de la banda.
Willy se pone los anteojos blancos y vuelve a ser Guillermo Solís, el abogado que asesora a sus amigos y les saca las papas del fuego. Se va de la misma manera en la que llegó: caminando entre la gente común, pasa desapercibido. Nadie sabe que él es Willy Polvorón. Hasta ahora. Así que guardemos el secreto.