"A Marcelo le dije ‘gracias’ porque hacía como ocho meses que estaba sin tatuar y cuando vino él fue como retomar, fue otra vez sentarme y hablar con el cliente", le comentó a la revista / Días en una extensa nota. Una hernia de disco, y una prohibición de su médico, había sido el motivo de tanta inactividad.
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La lista de los personajes que lo van a ver a la calle Rodríguez Peña: la familia Maradona –comenzó por Dalma y la siguieron Claudia, Gianinna y finalmente el “Diez”–, Daniela Cardone, Flavia Palmiero, Juana y Nacho Viale, Andrés Calamaro y Nicolás Vázquez, entre otros.
Lindas con tatoo. Entre los últimos dibujos subcutáneos que hizo están los de Daniela Cardone. "Ya ni sé cuántos tengo, porque me voy haciendo uno adentro de otro y les voy agregando cosas", comento riéndose la Cardone.
Tiene más de 15: una ola con flores japonesas, delfines, calaveras, un signo de la hermandad de razas, estrellas, una cruz –ahora con alitas, recientemente agregadas por Mariano–, un dragón, signos chinos y japoneses, y hasta la palabra "amor" escrita en árabe, son los que enumera a medida que se mira de arriba abajo, y busca un espejo para recordar cuáles decoran su espalda. "Todos tienen que ver con algún momento de mi vida, un momento especial", explica la actriz de Taxi, segunda parte.
Su compañera de elenco en la obra de Mar del Plata, Flavia Palmiero, tenía una piel virgen. Recién a sus 43 años que se animo a decorar su espalda con dos estrellas y otro en su tobillo. Se ve que no es supersticiosa y no hace caso a que número par en tatoo trae mala suerte. "Cada uno le busca un significado, hay famosos que se tatúan porque le gusta tener algo más, se lo toman como si fuera comprarse una joya o un reloj; a otros les gusta exhibirse y mostrar algo distinto; otros se tatúan por sentimiento, como puede ser el nombre de los hijos", explica Mariano.
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Tales son los casos de Nicole Neumann y Fabián Cubero –ella eligió el nombre de la hija, y él las iniciales de la beba y su esposa–, y de Nacho Viale, que se grabó los nombres de sus sobrinos, Ámbar y Silvestre, en la espalda y con unas alas que los rodean. Su hermana, Juana, le gana en cantidad. La hija de Marcela Tinayre está por llegar a la decena de tatuajes, entre ellos dos tribales, un símbolo indio de Canadá, un pez y "varias figuras que sugieren más que expresan", según define.