"Mini Winnie" es un perro de la raza Dachshund que nació el 30 de marzo en Seúl, Corea del Sur, y cuya creación costó 72.773 euros (más de 100 mil dólares), ya que se trata del primer can clonado en ese país.
El animalito es el resultado de un procedimiento de clonación realizado después de que su propietaria ganara una competencia en el Reino Unido, en la que se ofrecía al vencedor clonar a sus mascotas gratuitamente.
El cachorro pesó poco más de 500 gramos, y es una copia de un perro de 12 años llamado Winnie, propiedad de la cocinera británica Rebecca Smith, de 29 años y residente en el oeste de Londres.
“No podría decir si es idéntica a Winnie, ya que no ve y no oye todavía. Es sólo un pequeño perro salchicha que se retuerce para obtener leche”, explicó Rebecca.
La compañía encargada de llevar a cabo la clonación del animal, "Sooam Biotech", ya realizó más de 500 clonaciones de perros de propietarios de todo el mundo, si bien considera que "Winnie" es el primer can británico que se clona.
El profesor Ian Wilmut, responsable de la clonación de la oveja "Dolly" (el primer mamífero clonado en 1996), cree que los dueños del perro copiado "se sentirán decepcionados, pues gran parte de la personalidad del perro proviene de la manera en la que lo han tratado" y reconoció que él "no tendría un perro clonado".
Por su parte, Elaine Pendlebury, veterinaria cirujana de la organización benéfica PDSA -que proporciona servicios veterinarios gratis a dueños de animales sin recursos en este país- indicó en un comunicado que la clonación "no es una manera adecuada" de asumir la pérdida de una mascota.
"Es importante recordar que manipular un ADN idéntico no lleva a un cachorro idéntico", según subrayó Pendlebury, quien agregó además que "un cachorro clonado podría tener un aspecto idéntico pero su personalidad será diferente pues ésta se desarrolla a través de experiencias vitales, como el adiestramiento y la socialización".
10 de abril de 2014
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