El zoológico de Copenhague, Dinamarca, sacrificó a cuatro leones para ingresar a un nuevo macho, meses después de la polémica causada por el sacrificio público de la jirafa Marius, que tuvo repercusión internacional.
El centro recibió un león de tres años de otro zoológico danés, que conformará, con las otras dos leonas jóvenes de las que disponen, la nueva población de estos felinos del zoo.
La dirección del zoológico argumentó su decisión en el riesgo de endogamia y la edad avanzada de dos de los felinos sacrificados, mientras que los otros dos, a los que se trató de colocar sin éxito en otros centros, eran demasiado jóvenes para poder sobrevivir frente al nuevo macho que arribó.
"Creo que el caso de Marius ayudó a que más personas estén mejor informadas. No nos asusta lo que pasó, porque lo que hacemos es lo más apropiado desde un punto de vista profesional", declaró a la agencia Ritzau el director del centro, Steffen Strde.
El sacrificio de Marius el mes pasado provocó protestas a nivel internacional, de las que la institución danesa se defendió insistiendo que se trata de una práctica habitual, motivada por razones genéticas.
A diferencia de Marius, esta vez la muerte de los animales no fue en presencia de público porque "no todos nuestros animales son troceados" ante los visitantes, explicó la autoridad.
La posibilidad de que el sacrificio de los leones, que murieron por una inyección letal, provoque una reacción similar, no asusta al zoológico de Copenhague. "Estamos preparados como solemos hacer: contamos abiertamente y con honestidad lo que hacemos y lo que defendemos. No nos escondemos en ningún agujero", dijo Strde.
25 de marzo de 2014
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