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Así lo destacó el jefe de Neonatología del hospital Penna de Bahía Blanca, Carlos Deguer. El profesional aclaró al diario Crónica de esa ciudad: "Recibimos un recién nacido, de 36 semanas de gestación, con buenos signos vitales, pero hallamos una lesión en el muslo que causó la sorpresa de todos. Tenía un orificio de bala que había perforado el fémur".
Es que, Marisol Yanina Casafuz, de 19 años y madre de la chiquita, habí intentado asesinar a la nena el viernes pasado al autodispararse en el vientre con un arma de alto calibre.
Casafuz ingresó ese mismo día al Hospital Naval de Puerto Belgrano de Punta Alta. Allí, los profesionales que la atendieron exploraron la guía de bala. Posteriormente, decidieron que era necesario practicarle una cesárea, que se concretó dos días más tarde en el hospital Penna, donde finalmente nació la criatura.
Fuentes policiales indicaron a "Crónica Bahía Blanca" que el impacto de bala que hirió a la beba habría sido propinado por la propia madre, quien había ocultado su preñez durante ocho meses. Es más: algunas versiones precisaban que la joven madre había tomado la penosa decisión una vez que entendió que ya no podía ocultar su vientre.
Por otra parte, y en relación con la beba -cuyo nombre no trascendió-, los profesionales que la atendieron aseguraron que al momento de nacer pesó 3,450 kg y presentaba una fractura expuesta por lo que fue intervenida inmediatamente.
Mientras que la beba se recupera, algunos familiares ya pudieron verla. Su mamá, que permanece internada en el área de maternidad, aún no fue a conocer a su hija.
20 de octubre de 2011