Historias de vida

Ignacio Escribano: de "hijo de" a gurú con red social

El hijo del subdirector de La Nación hace diez años entrevistó al gurú Ravi Shankar y su vida cambió. Hoy tiene su propia red social 2.0: "Igooh"

Por Jonathan Raed

De aspecto sencillo. Tecito en mano. Con su corto cabello despeinado y una tranquilidad que contagia, Escribano recibió a 24CON en su pequeño departamento ubicado frente a los lagos de Palermo.

Vive sin televisión. Tampoco tiene carne ni alcohol en la heladera desde hace diez años. Desde su departamento se ve la cancha de River, una foto de Ravi Shankar y una serie de instrumentos musicales distribuidos anárquicamente por toda la pequeña sala principal.

En la última década del milenio pasado Ignacio Escribano era un periodista del diario La Nación, médico matriculado e hijo de José Claudio Escribano, quien hasta hace unos pocos años se desempeñaba como sub-director del centenario diario.

Un día como tantos, con la excusa de una beca otorgada por la Universidad de Cambridge (una de las más tradicionales de Inglaterra), vendió todas sus posesiones terrenales y emprendió un viaje por toda Europa, India y Nueva York.

"Tenía todo, teóricamente. Casa, trabajo, un buen pasar. Pero estaba mal. Me sentía triste. Como si algo me faltara. Esto coincidió con una entrevista que le realicé a Sri Sri Ravi Shankar (líder espiritual y humanitario reconocido mundialmente por su labor social) y a partir de ahí todo cambió", explica.

"Sentí la necesidad de despojarme de todo y emprender un viaje. Siempre me interesó la cultura anglosajona. Descubrir por qué es una cultura con tanta libertad. Siempre me pareció mucho más libre que la de Latinoamérica", compara.

¿Descubriste por qué acá no hay tanta libertad?
-Por el miedo a expresarse. El cual se produce a raíz de la educación, que aún tiene una injerencia religiosa muy importante. A su vez también hay una gran falta de espiritualidad. Religión no significa espiritualidad. En fin, hay mucha represión educativa. Pero las grandes razones son el miedo y la culpa. Culpa de ser próspero.

¿Qué fue lo que te cautivó de Ravi Shankar?
-Su sentido del humor. Su agudeza y su rapidez intelectual. Además es un ser muy liviano… Es difícil de explicar… Un ser muy puro. Tengo una relación muy linda con él, muy personal. Es un iluminado. Para mí no es un hombre común. Está más allá.

De su viaje a Europa, si bien destaca la experiencia, reconoce que lo que buscaba en ese viaje no es algo que se encuentra viajando por distintos lugares, sino que en realidad "el viaje es interior. Casi siempre lo que uno busca está dentro de uno mismo y no en lugares o cosas", analiza.

Por estos días, unos 10 años después de aquel primer encuentro revelador que tuvo con Ravi Shankar, Ignacio es instructor de El Arte de Vivir Argentina, la versión criolla de la ONG fundada por el mencionado gurú.

 

"Dando estos cursos yo encontré lo que no había encontrado con la medicina: ayudar desde un lugar propio. Más profundo. No tan superficial".

¿El alumno puede superar al maestro?
Se toma su tiempo para contestar. -En este caso creo que no. Volviendo al viaje interior del que te hablaba, creo que él "ya llegó a casa". Yo todavía estoy en camino. Estoy en camino desde la mente al corazón.

Después de todos tus viajes, ¿cómo ves a la sociedad argentina?
-Muy apurada (se ríe). La gente está saturada. No hay tiempo para nada. Las personas viven cada vez más hacinadas. Esto provoca mucho stress. Es stress el constante viaje de la mente del futuro al pasado. Nadie se detiene mucho tiempo en el presente. Y eso no te permite estar en el presente.


¿Vos cómo hacés para no caer en la misma situación?
-Trato de comer de otra forma. Hace diez años que no como carne ni tomo alcohol. Trato de estar en contacto con la naturaleza. Canto. Salgo a correr. Me intoxico con otras cosas (ironiza). Hay otras formas de celebrar la vida.


Hablabas del stress, para solucionar eso la gente va al psicólogo. ¿Vos vas al psicólogo?
Se toma su tiempo y se ríe como quien se pregunta: "¿por dónde empiezo?". -Nadie que nunca haya meditado tiene derecho a hablar de la mente. Porque no tienen un profundo conocimiento del ser. Pueden servir, pero es imperioso que los psicólogos y psiquiatras hayan meditado. Sino, no pueden hacer bien su trabajo.

El camino de Ignacio no sólo incluye meditación y espiritualidad. También tiene como trabajo la creación y dirección de Igooh, una red social de periodismo ciudadano que no se parece en nada al Facebook.


"En Igooh sólo basta con registrarse y subir las notas que quieras. Sobre lo que quieras. Hay un sistema de votación entre los usuarios y las notas más votadas están arriba y las menos abajo. Es una comunidad que se autorregula. Por ejemplo, si un texto se muestra a favor de algún tipo de discriminación, los mismos usuarios lo denuncian y se le da de baja a la nota".

 

Esta red tiene unas diez mil visitas por día y permite que las personas expresen lo que quieran. Aún así, Escribano se muestra disconforme con aquellos que eligen el anonimato.

"Uno de los condimentos más interesantes que ofrece la web es el del anonimato. La posibilidad de ser otro y decir lo que se te canta las bolas. Si me das a elegir yo prefiero al que firma sus notas. Yo firmo todas mis notas".

Pero la red social más popular es justamente una que no ofrece anonimato, al contrario… ¿Por qué se da esto?
-Si, pero las cosas que se publican en Facebook son fotos, videos… Cosas superficiales. Nadie dice nada profundo. Las personas no se arriesgan. Muestran al "yo" que quieren que los demás vean. No al real.

Como si el Arte de Vivir y el Igooh no fueran suficientes, Ignacio es también cantante de folklore y bhajans (música original de la India). Tiene dos discos en su haber y prepara un tercero.

"Desde chico siempre canté folklore y desde hace unos diez años que me lo tomé más en serio, pero sin perder el sentido lúdico. Comencé a estudiar guitarra, música y en 2004 saqué mi primer disco de folklore ("Por el sendero")".



No hace mucho dio a luz a Niranjana, un trabajo sin precedentes que congenia los mantras indios con el folklore criollo.

Budismo, hinduismo, espiritualidad, periodismo, Igooh, folklore, bhajans ¿Cómo hacés para dedicarte a cosas tan diferentes?
-Todo está conectado en un mismo punto: el corazón.

¿De eso se trata, entonces? ¿De dedicarse a cosas a partir de lo que pida el corazón?
-Esa pregunta te la tenés que hacer a vos, no a mí.

 

Video de la presentación del disco Naranjina, en el Roxy Live Bar:

 

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