La historia ya recorrió el mundo, Mario, vecino del lugar no lo podía creer, apenas habían bajado al parapentista y ya lo estaban llamando desde los medios (24CON entre otros). Sin embargo, Mario, que por pedido de una vecina acudió al lugar con una soga para ayudar al aparente parapentista electrocutado, lo que no sabia es que la noticia, a través de la web, ya había recorrido el mundo: “Un parapentista quedó enganchado en los cables de alta tensión y dejo a todo Cañuelas a oscuras”, se leyó en casi todo el planeta.
El intrépido volador se llama Julian Ierbasi, es de la Ciudad de Buenos Aires y tiene miedo. No quiere dar la cara porque teme que el pueblo al que dejó, en algunos casos hasta las tres de la mañana sin electricidad, tome represalias. En declaraciones a Info Cañuelas explicó qué se enredó con la línea de alta tensión porque se quedó sin combustible. "Pasé entre dos cables, me tendría que haber quemado. Me salvé de casualidad".
En su primer contacto con la prensa, Ierbasi relató que al cruzar la autopista intentó encender nuevamente el motor del equipo. Al no poder hacerlo, se dirigió en picada hacia un campito despejado ubicado junto a la autopista.
"Todas las personas de Edesur me dijeron que al pasar entre dos cables me tendría que haber quemado. Me salvé de casualidad", aseveró.
Ierbasi estuvo colgado unos diez minutos. Varios automovilistas se detuvieron para auxiliarlo. Uno de ellos le tiró una soga y así pudo bajar.
El piloto tiene 39 años, vive en Capital Federal y trabaja como empleado en una importadora. Su pasión por el aire se inició con la práctica del paracaidismo. Hace un año y medio empezó a volar en paramotor.
El domingo recorrió unos 70 kilómetros desde Navarro hasta Cañuelas.
24Con habló en exclusiva con uno de los rescatistas auto convocados qué desmintió algunos trascendidos. Mario tiene 60 y se considera un parapentista dominguero. “Estaba en la zona cuando una vecina vino desesperada a pedir ayuda para bajar a un hombre que colgaba de los cables y estaba aparentemente electrocutado. Entonces busque una soga del baúl y con un muchacho de Las Heras que me ayudó, lo bajamos”.
“Al principio cuando lo vimos mirando para abajo pensamos que estaba muerto, pero no, le hablamos y contestó. Entonces le tiramos la soga, fueron varios intentos hasta que finalmente el la ató al mosquetón y se bajó. Todos los medios, incluidos Clarín, dijeron que lo bajaron los bomberos y que tardaron mas de dos horas. Pero eso fue mentira. A él lo bajamos nosotros, lo que tardó en bajar fue el motor, había quedado enganchado”.
“Esto fue un accidente y, la verdad, a todos los parapentistas con experiencia alguna vez nos sucedió algo así, lo difícil de esto fue el siniestro eléctrico qué, además de casi ocasionarle la muerte, trajo muchas consecuencias a los pobladores”, explicó el rescatista.