Caos y un gran despliegue policial generó un comerciante de Martínez, en el norte del Gran Buenos Aires, quien estaba solo y había simulado ser rehén a partir de un robo en su local.
El operativo policial duró horas, hasta que se comprobó que estaba completamente solo, pero afectado en su salud mental.
La situación había generado un operativo de la Policía Bonaerense, con efectivos del grupo Halcón, además de cortes al tránsito en unos 600 metros a la redonda y la recomendación oficial para que los vecinos se queden en sus casas.
Finalmente, luego de que fuentes policiales y testigos dijeran en un primer momento que había rehenes y por lo menos cuatro asaltantes a partir del llamado del propio comerciante al 911, fue el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien aclaró cómo habían sido los hechos.
“No hubo una toma de rehenes ni delincuentes. Todo obedeció al trastorno bipolar” del dueño del comercio, indicó el jefe comunal.
En diálogo con el canal TN, Posse sostuvo que “se recibió un llamado al 911 y por eso se hizo un protocolo y se selló esta parte de la ciudad. Todo según el comerciante, pero en el local había sólo una persona, no había nadie más, según se comprobó con las cámaras de seguridad en el lugar”, añadió.
El comerciante fue retirado en una ambulancia, que lo llevó a un centro de salud de la zona para que se le practiquen estudios: “Sufrió un trastorno bipolar”, dijo Posse, a partir de testimonios de familiares del afectado.
El hecho comenzó cerca de las 20, cuando un hombre se comunicó con el teléfono de emergencias policiales 911 para denunciar que estaba siendo asaltado por delincuentes en su perfumería ubicada en la calle Alvear y Santa Fe, de Martínez, en la zona norte del Conurbano bonaerense.
Ante esa denuncia, la policía movilizó varios patrulleros al lugar y acordonó la zona, adonde también concurrió el jefe de la fuerza, el superintendente Hugo Matzkin.
Un jefe policial explicó que se puso en marcha el protocolo habitual para este tipo de casos y se convocó al Grupo Halcón y expertos negociadores para contactar a los delincuentes.
Durante más de una hora, los policías intentaron contactarse con los delincuentes, pero en todo momento se escuchaban los gritos del dueño del comercio.
El intendente Posse explicó luego que el hombre había dicho en su denuncia al 911 que “cuatro delincuentes habían bajado de un auto y que lo habían reducido”. “Mediante las cámaras municipales logramos establecer que del auto que estaba estacionado en la puerta había bajado una sola persona, que no se visualizaba nada de lo que esta persona había dicho”, dijo.
Luego, mantuvieron contacto con los familiares del dueño del lugar y fue el propio padre quien dijo que su hijo padecía problemas psiquiátricos.
Fuente: Agencias DYN y Télam.