Cuando uno de ellos empezó a guardar los libros del escritor en un bolso, una de las empleadas les preguntó que querían, a lo que uno respondió: “Por las buenas o por las malas, nos llevamos los libros”. Cuando se le preguntó si era socio exclamó: “Por las buenas o por las malas, no me hagas sacar el arma”. Después de eso, se dieron a la fuga llevándose los ejemplares en un automóvil marca Renault que tenían estacionado a muy poca distancia. Posteriormente se realizo la correspondiente denuncia del hecho en la comisaría 9ª, correspondiente a esa jurisdicción.
Lo curioso del caso, (ya que los malvivientes se llevaron nada más que los libros, descartando otros objetos de valor como el televisor, dinero de la caja y efectos personales de los concurrentes a la biblioteca), motivó al diario “Clarín” a publicar una nota y a partir de allí la institución vivió una autentica expocision mediática tanto a nivel nacional como internacional. La noticia se trasmitió por la BBC de Londres, por la Radio Nacional de Portugal y por la Cadena Caracol de Colombia.
Gracias a una socia se consiguió, un recorte del diario “ Il Messagero” de Milán, Italia que informaba del atraco con el sensacionalista titulo “Mani en alti, questo e una rapina…”
Se plantearon distintas hipótesis para explicar este suceso. Una de ellas era que fue un encargo de un coleccionista y otra que fue realizado por personas vinculadas al tráfico de libros. Este tipo de tráfico es muy lucrativo ya que existe una más que respetable demanda de publicaciones valiosas, como ejemplares autografiados por los grandes escritores, primeras ediciones o ediciones raras. Los libros sustraídos de la Biblioteca Rivadavia no figuraban entre ellos, ya que eran ediciones comunes. Hasta el presente este hecho no fue resuelto y la verdadera causa del robo sigue siendo una incognita.