Sin embargo, lo más importante para adivinar lo que vendrá siguió después en una extensa cena organizada por el gastronómico Luis Barrionuevo en su hotel marplatense.
Hasta allí se acercaron además de Duhalde el dueño de casa, los diputados nacionales Francisco De Narváez, Dante Camaño, Juan José Álvarez, el presidente del MPA, Carlos Brown, el ex senador Alberto Oliva y el polémico ex intendente de General San Martín, Pablo Landolfi, entre otros.
Ahí, según “luisito”, Duhalde demostró sus dotes de “estadista” al alertar sobre lo que viene. En voz baja alguien le recordó que en épocas de recontraalcahueterismo menemista, el filósofo sanmartinense no pensaba lo mismo del “simple puntero de Banfield”.
Los tiempos cambian, y los muertos políticos nunca llegan a enterrarse. Es así que con un cuadro sólo comparable a los inicios de Carlos Menem como candidato, el peronismo no kirchnerista está logrando aparecer como una alternativa dentro y fuera de la estructura partidaria.
Según lo charlado en esa extensa sobremesa, la idea es ya empezar a recorrer con una mega ambulancia a todos los heridos K y a los que ya no ven en este proyecto posibilidad de futuro, no solo para pelear electoralmente el año próximo sino para fijar una postura en las próximas internas partidarias, si es que se realizan.
Hasta hubo tiempo para un breve chisporroteo entre Barrionuevo y De Narváez por una vieja factura no saldada en la previa de la última elección. Sin pelos en la lengua, el gastronómico le recordó al “tato” Brown que “el colorado” lo había dejado sin nada por culpa de Juanjo Alvarez, que miraba perplejo. Luego de las chicanas de rigor, todo siguió como si nada y coincidieron en preparar la candidatura del nuevo niño rico peronista como candidato a gobernador para el 2011.
¿Y Duhalde?... Todavía piensa… Todos saben que el ajedrez que prefiere no es, precisamente, contrarreloj.