El ataque ocurrió en la madrugada entre el domingo y el lunes y constó del envío de 479 drones, superando el récord del 472 del 1ro de junio. Según los reportes del ejército ucrananio, 460 de ellos fueron interceptados. A su vez, 19 de los 20 misiles lanzados en la ofensiva fueron derribados.
“Los impactos fueron registrados en 10 lugares. En otras 17 localizaciones han caído fragmentos de los misiles o drones interceptados”, detallaron el comunicado oficial. Según el medio AFP, este tipo de ataques se intensificaron en las últimas semanas.
La ofensiva rusa no se limitó al uso de drones. Según el informe de la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia también lanzó desde el mar Negro 3 misiles Kh-22, de los cuales las defensas ucranianas lograron derribar 2.
La ofensiva de Putín se da en un contexto particular, donde Kiev y Moscú negocian para el intercambio de prisioneros y cuerpos de soldados fallecidos.
El jefe de inteligencia militar ucraniano, Kirilo Budanov, explicó que el intercambio, se realizará durante la semana, aunque no se ofrecieron detalles sobre el número de personas o cuerpos involucrados ni sobre las condiciones del acuerdo.