Con la detención de una mujer prófuga de la Justicia, la Policía de la Ciudad puso fin a una organización criminal con base en el Barrio 21-24 Zavaleta, que utilizaba a mujeres como viudas negras para cometer asaltos, uno de los cuales terminó con la muerte de uno de los delincuentes.
Cuatro hombres y cuatro mujeres fueron detenidas por personal de la División Delitos Tecnológicos Complejos de la Policía de la Ciudad, en la correlación de dos causas, una que lleva adelante la Justicia Nacional de Menores y otra a cargo de una UFI de Lanús.
Uno de los detenidos es un joven de 24 años, conocido como Ricky, que tras pasar siete años en prisión salió en libertad condicional en marzo de 2024 y aparece como vínculo por el cual la división de la Policía de la Ciudad concatenó las dos causas.
Todo se originó el 16 de abril del año pasado cuando un hombre denunció ante personal de la Comisaría Vecinal 14 A de la Policía de la Ciudad haber sido narcotizado y luego asaltado por una mujer a la que llevó a su departamento de la calle Malabia en Palermo. De las imágenes de cámara privada del edificio surge que del departamento salían dos hombres además de la joven.
Las investigaciones fueron derivadas a la División Delitos Tecnológicos Complejos, que logró determinar que por redes sociales ponían a la venta unas zapatillas que el denunciante reconoció como las que le habían robado.
La magistratura avaló una compra controlada, deteniendo a la joven conocida como “Noelia”, entonces de 17 años, en la zona de los outlets en Barracas, al tiempo que también se autorizó un análisis in situ del celular que llevaba.
Tras ser detenida Noelia, la viuda negra de la calle Malabia, y allanada la casa donde vivía junto a su madre en Bernal, en setiembre del año pasado, los detectives avanzaron con sobre el teléfono y surgieron dos nombres, Lucas y Aye.
Se trataba de la pareja que movía los hilos de la organización desde el barrio 21-24/Zavaleta. Aye se encargaba de reclutar a las viudas negras y Lucas era quien ingresaba a los departamentos a robar cuando la víctima ya estaba drogada. Precisamente es quien ingresó a robar al departamento de la calle Malabia.
Con la orden del Juzgado de Menores 4, los oficiales allanaron la casa en la que Ayer y Lucas convivían en Barracas. También se aprobó un análisis in situ de los teléfonos, que permitió determinar que el único celular que utilizaba la pareja era el de Aye. Inclusive, Lucas para comunicar las ordenes a las viudas negras, usaba el teléfono de su mujer. Entre esas ordenes figuraba “hacer la coreo”, que significaba poner en marcha el plan para el asalto.
Pero además, del análisis de ese teléfono apareció el nombre de Ricky, quien era el administrador de los perfiles y de las viudas, renovando fotos y nombres ficticios.
Ricky, de 24 años, también fue detenido durante un allanamiento en una casa del barrio Zavaleta, donde los efectivos hallaron una bolsa negra con arena y en su interior había tarjetas de crédito, débito y SUBE, presuntamente robadas.
Al analizar uno de los celulares, los efectivos encontraron el video de una nota televisiva en la que se informaba que un hombre, que había sido víctima de una viuda negra, había matado a uno de los cómplices, de 17 años, en Remedios de Escalada, partido bonaerense de Lanús.
Aquella vez, un hombre de 56 años tuvo una cita con una mujer, que se hacía llamar Lucía, que habría intentado dormirlo pero no lo logró. Cuando el dueño de casa se dio cuenta, la mujer llamó a tres cómplices. El hombre sacó un arma y disparó, matando a uno de los delincuentes, de 17 años.
Tras ver ese video los investigadores del caso de Malabia acudieron a la UFI interventora de la causa de Lanús para determinar si podría haber una vinculación.
En ese hecho, cuando los dos delincuentes y la viuda negra huyeron dejaron un par de teléfonos tirados. Los detectives de Delitos Complejos, con la autorización de la fiscalía de Lanús, revisaron los celulares y en uno de ellos había una comunicación entre Ricky y Lucía, la viuda negra.
Los investigadores sospechan que Ricky tendría varios perfiles de mujeres en apps de citas para cometer ilícitos.
Ante ello y a partir de la investigación que venía de hacer por el caso Malabia, la UFI solicitó la intervención a la brigada de la Policía de la Ciudad para colaborar en la detención de los involucrados en el hecho de Lanús.
Lucía y los dos sujetos ya habían dejado sus lugares de residencia. Las investigadores concluyeron que la mujer se había ido a vivir con una familiar en La Matanza, pero allí no la hallaron y por las celdas de telefonía la detuvieron en la vía pública en Liniers.
A otro de los sospechosos de Remedios de Escalada lo detuvieron en la casa de un hermano en Flores, en tanto al restante lo interceptaron en una calle de Zavaleta, otro punto de conexión con la cabeza de la banda. Ante ello, desde la UFI se solicitó un allanamiento a la casa de este sujeto, hallando droga de distinto tipo y la detención de una familiar.
Cuando todo parecía haberse cerrado, la Fiscalía de Menores 2 solicitó nuevamente la colaboración de Delitos Tecnológicos Complejos, esta vez para recapturar a Noelia.
Tras pasar un tiempo detenida, la justicia le había otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria ya que era madre de un bebé. Una familia salió como garante dándole morada en una casa en Villa Sapito, en el partido de Lanús. Pero en diciembre último, Noelia dejó a su bebé con la familia que le dio amparo, se desprendió de la tobillera electrónica y escapó.
Los detectives volvieron a buscarla, revisaron contactos anteriores y lograron determinar que tenía un nuevo celular. Ello permitió determinar dónde estaba y finalmente fue detenida en la plaza 1ro de Mayo, en Hipólito Yrigoyen y Pasco, en Balvanera.
La Fiscalía Nacional de Menores 2, a cargo de la Dra. María Eugenia Sagasta, ofició una nota al Jefe de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires destacando “el gran compromiso, esmero y profesionalismo de los agentes que se han desempeñado en las tareas investigativas” y “la importancia que ha tenido su labor para la expedita identificación de los autores y el develamiento del modus operandi empleado”.