En el primer día de operaciones después de la imposición del cepo cambiario, las reservas del Banco Central se hundieron U$S 1.000 millones. La autoridad monetaria justifica gran parte de esta baja con el giro de billetes a las entidades para que cuenten con disponibilidad suficiente para hacer frente al creciente retiro de depósitos.
El lunes, los activos del BCRA bajaron U$S 954 millones y cerraron en U$S 53.144 millones. "El movimiento de reservas del día de hoy se explica casi en su totalidad por billetes transferidos a los bancos en forma precautoria para atender la eventual demanda que hubiera de billetes físicos en sus sucursales", indicaron desde el Central. Si bien señalaron que se adelantaron para que cuenten con los papeles contantes y sonantes, no aclararon cómo se computó contablemente la transacción.
En una reunión que mantuvieron el domingo a la tarde el presidente de la autoridad monetaria, Guido Sandleris, les garantizó a los banqueros que traerá U$S 20.000 millones en billetes para que puedan abastecer a las sucursales ante el incremento en la demanda.
El viernes las reservas se habían desplomado U$S 1.943 millones hasta los U$S 54.098 millones. La mayoría de esto se explicó por la extracción de verdes en cajas de ahorro y plazos fijos.
Hoy Mauricio Macri estrenó la restricción para la compra de divisas de hasta U$S 10.000 mensuales por persona. Además, les prohibió a las compañías atesorar dólares y compele a los exportadores a liquidar la moneda extranjera generada por su actividad. La última fue una restricción que Cambiemos eliminó en 2016 y una de las decisiones que más colaboró a generar esta crisis de balanza de pagos y la corrida cambiaria que se transformó en corrida bancaria, como apuntó Emmanuel Álvarez Agis en El Destape Radio.
El Destape