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Brasil: fotos impactantes

La catástrofe en Brasil continúa cobrándose víctimas fatales. Además de provocar profundos daños a la población.
Domingo, 16 de enero de 2011 a las 10:33
Por EFE
La solidaridad de la población de Teresópolis, una de las ciudades más afectadas por las inundaciones que sumieron a Brasil en uno de los mayores desastres de su historia, era hoy el rasgo que sobresalía en medio de la desolación y el dolor de miles de habitantes que perdieron de golpe familiares, sus casas y sus pertenencias.

A cinco días desde que se desató el terrible temporal, en que las aguas y los deslizamientos de tierra arrasaron con las viviendas de miles de habitantes, mataron a más de 640 personas en la región serrana del estado de Río de Janeiro y dejaron cientos de desaparecidos, continuan los rescates de cuerpos enterrados bajo el lodo.

Gran cantidad de voluntarios colaboraban hoy en un centro que oficiaba de morgue, donde fueron llevados los cuerpos sin vida de las 263 víctimas registradas hasta este medidiodía, momento en el que se aguardaba "la llegada de más cuerpos", aseguró a Télam Bruna Cavalieri, voluntaria y perito de la policía.

Junto a ella otra voluntaria, Cristiane, explicó que no tenían aún "una cifra cierta de cuantos desaparecidos hay, pero aun falta rescatar a mucha gente" y enfatizó que "por suerte, acá toda la población está ayudando".

"Nos vamos a dar cuenta bien de lo que es este desastre cuando comiencen las clases porque se va a ver los chicos que faltan", dijo al hacer referencia a que desaparecieron muchos niños.

Los cuerpos que esperaban hoy en la morgue fueron rescatados en las últimas horas bajo el lodo y las aguas que cubrieron gran parte de los barrios más humildes de la ciudad: Caleme, Campo Grande, Viera, Bonsucesso, Parque de Imbui, Espagnol, Jardim serrano, Posse y Pozo de los Peces.

"En muchos de estos barrios sólo el 20% de la población quedó a salvo", enfatizaron las peritos tras senalar que "hubo barrios enteros que fueron arrasados" y que por ejemplo Campo Grande, "uno de los más afectados tenía, antes de ésto, dos mil habitantes".

También contaron que todos esos barrios quedaron sin luz, sin agua y sin comunicación. Y como expresión del horror que aún se vive, dijeron que "cuando pasa la Prefectura para llevar ayuda, se escucha gente gritar, que pide que la rescaten".

"Acá se toman las impresiones digitales de los cuerpos que llegan y luego los que no son identificados van en camiones refrigerantes", precisó la perito policial.

Enfrente de la morgue, una oficina del Ministerio Público contaba con la colaboración de numerosos voluntarios, jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Allí los familiares reconocen por foto a sus seres queridos fallecidos en el desastre.

"Hasta el momento hay 263 personas que fueron sepultadas, todas identificadas", senaló Paulo Tostes, voluntario en ese ministerio.

Cuando comenzaron las tareas de rescate, el miércoles, muchas personas dejaron sus tareas habituales y se arremangaron para colaborar en el recibimiento y traslado de los cuerpos.

"Es una desgracia mundial", aseguró Geizon Correa, uno de los tantos voluntarios que ayudó "a cargar cuerpos. Muchos largamos nuestra profesión y nos pusimos a ayudar", dijo este joven de 28 años que trabaja de periodista y vive en Teresópolis.

"Cargamos muchos cuerpos de niños y mujeres embarazadas muy jovencitas, gente muerta que llegaba en los camiones", dijo Geizon.

"Duermo a base de calmantes -anadió-, nunca vi tanto horror".

Esta ciudad, cuyas zonas más periféricas y humildes fueron devastadas por los deslizamientos de barro, vivía hoy, como en los últimos días, la emergencia de una situación que dejó heridas muy profundas y un dolor incontenible.

En muchos barrios, como en el Español, la gente iba y venía por las calles cargando pertenencias, ayudando a vecinos, buscando alimentos, medicamentos, mientras continuaba el despeje del barro con máquinas y gran cantidad de efectivos de la policía militar se apostaba en la zona, en medio de la llegada de bomberos y máquinas de limpieza.

También en los centros de evacuados colaboran infinidad de voluntarios que reciben, ordenan y distribuyen las donaciones y asisten a la gente evacuada.

En el enorme Polideportivo ubicado en el centro de la ciudad se improvisó un centro de evacuados por donde pasaron "más de 2.000 personas", dijo Marilene, una de las voluntarias.

En el estadio, miles y miles de donaciones "de la población de acá y de todo el país" muestra el grado de solidaridad del pueblo brasileño.

"Todos quedaron sin casa", agregó Marilene tras coincidir con los evacuados que "ésta es una de las mayores catástrofes del mundo", sintetizando de ese modo tanto sufrimiento.
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