¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Pilas Renovadas

Desde este mes los vecinos podrán desechar sus pilas y baterías usadas en los CGP para que el gobierno se ocupe del reciclaje o disposición final.
Lunes, 03 de noviembre de 2008 a las 10:53

Además el Gobierno porteño lanza hoy la campaña  “Juga Limpio” para concientizar sobre la higiene de la ciudad y sumar el compromiso de quienes la transitan.

 

Las pilas se gastan, pero muchos no se animan a tirarlas. No es desconocido que pueden ser altamente contaminantes y que su degradación dura mucho tiempo más que la energía que dan. Se guardan perdidas en los cajones como si la oscuridad las volviera a recargar. El encuentro dispara la esperanza de que vuelvan a funcionar, pero nada y otra vez al rincón.

Y la época en que se dejaban en el quiosco se acabó. Pero desde noviembre los 15 Centros de Gestión y Participación comunales (CGPC) de la Ciudad, recibirán pilas y baterías usadas de cualquier tipo.

Graciela Gerola, presidenta de la Agencia de Control Ambiental porteña explicó que "como no sabía de qué forma disponer de sus pilas, hay gente que las juntó durante años. No sabemos cuántas puede haber guardadas en las casas. Si las tiraran todas juntas, el riesgo es que los residuos peligrosos pasen a las napas".

Así el Gobierno de la Ciudad se ocupará de separar las que tienen niveles peligrosos de metales tóxicos, para reciclarlas o disponer de ellas de forma que no contaminen. Y desde el 1° de febrero, las importadoras y distribuidoras de las reciclables deberán hacerse cargo de la recepción y gestión de éstas, según ordena una resolución de la Agencia de Protección Ambiental.

El año pasado entró en vigencia la ley nacional 26.184 que prohíbe fabricar o importar pilas y baterías con más de un 0,0005% de mercurio, que causa trastornos neurológicos y renales; un 0,015% de cadmio, que es carcinógeno; o un 0,2% de plomo que puede afectar al sistema nervioso. Sin embargo, la comercialización de las pilas y baterías con niveles más altos recién estará prohibida en 2010.

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es el encargado de certificar que las pilas cumplan la norma. Las pilas comunes o alcalinas con la certificación del INTI, se pueden tirar a la basura, ya que desde 1993 no tienen mercurio incorporado.

En cambio las pilas tipo botón que se usan, por ejemplo, en relojes, y las recargables, que terminaron su vida útil, incluidas las de teléfonos celulares y las de origen dudoso que se venden a muy bajo precio necesitan de un tratamiento especial.

"Hay una gran cantidad de pilas que ya pueden ir a la basura común", afirma Gerola y agrega: "Pero como es difícil que las personas puedan determinar cuáles se pueden tirar y cuáles no, el Gobierno porteño se va a hacer cargo de todas".

Para ello en los CGPC, habrá contenedores diferenciados para tres tipos de pilas y baterías donde los vecinos podrán depositar sus baterías agotadas. Uno será para las comunes, de cualquier origen, tamaño o material (carbón, cinc, manganeso y litio, entre otros), otro para las botón (de óxido de mercurio, zinc-aire u óxido de plata), y el tercero para las recargables (de ion-litio, níquel-metal hidruro o níquel-cadmio).

Asimismo desde el 1º de febrero, la Agencia dejará de recibir pilas y baterías recargables y empezarán a hacerlo las empresas que las importan o distribuyen. Si los responsables no se ocupan de la gestión de sus pilas recargables, lo hará el Gobierno porteño, pero los costos serán transferidos a las empresas.

Luego la Agencia de Protección Ambiental las volverá a seleccionar para destinarlas a distintos tratamientos. "Estamos evaluando si irán a un relleno de seguridad, a su incineración en condiciones controladas o a un calentamiento indirecto para recuperar metales", detalla Gerola.

"La industria está de acuerdo con la disposición -dice Alejandro Strunz, apoderado de Energizer-. En principio, vamos a estudiar si hay plantas locales con la tecnología para reciclar pilas y baterías recargables. Si no, se van a exportar para reciclarlas en plantas extranjeras. Además de un beneficio ambiental, habrá otro económico, porque se van a recuperar materiales muy costosos, como el cadmio o el cobalto. Disponerlos en un relleno es como enterrar dinero".

Desde 2010, el Ejecutivo también dejará de recibir las pilas no recargables. A partir de entonces, ya no se podrán vender las que contienen niveles peligrosos de tóxicos y todas se podrán tirar sin riesgo de contaminar.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD