La congregación de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, y toda la comunidad religiosa de la ciudad bonaerense homónima, está conmocionada. Es que un grupo de vándalos entró al lugar luego de una misa y, como no pudieron robar nada, defecaron por todo el edificio.
"Esto sucedió luego de la misa de las 11, y la de la tarde. El templo quedó con las rejas puestas, pero las saltaron. Defecaron por todos lados e intentaron robar el sagrario, porque estaba forzado, pero no pudieron abrirlo", dijo a PilardeTodos el sacerdote Jorge Rittaco.
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"Yo fui uno de los que siempre se opuso a que el templo esté cerrado, con rejas, es un hecho que nos duele y ahora nos debatimos entre cuidar el patrimonio histórico o dejar el templo abierto y que hagan lo que quieran", se lamentó el sacerdote.
Las rejas en el templo habían sido colocadas hace años, justamente para frenar este tipo de situaciones. Durante el día, las puertas de ingreso al templo permanecen abiertas, pero no se puede ingresar ya que unos metros antes se alza una reja de dos metros de alto con el que pretenden cuidar el lugar.
6 de enero de 2015
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