En muchas partes del mundo, los casamientos todavía son pautados entre familias. No importa, en varios lugares del planeta, el amor. Los intereses de la gente que los rodean se interpone a los sentimientos y, lógicamente, eso puede tener consecuencias.

Un egipcio de 25 años se cortó el pene como protesta contra su familia después de que le negaron el permiso para casarse con una chica de clase social inferior. Él quería casarse porque estaba enamorado pero sus padres se lo negaron rotundamente.

El joven pidió a su padre durante dos años casarse con la joven. Ante las continuas negativas, se hartó y, a modo de protesta, cortó en rodajas su órgano reproductor.

Los doctores no pudieron hacer nada para reimplantar el miembro del joven.