A nueve meses de la desaparición y posterior muerte de Edgardo, el chiquito de 11 años que fue arrastrado por el arroyo Susana el pasado 19 de febrero en el barrio Arco Iris de La Matanza y apareció ahogado una semana después, los vecinos denuncian que las obras de entubado (con las cuáles el nene podría haber evitado la caída) continúan abandonadas.
El reclamo nace del recurso de amparo presentado el pasado 25 de octubre por una asamblea vecinal ante el juzgado de Responsabilidad Juvenil Nº2 del mismo distrito. Los afectados exigieron mediante este documento que se concluyan las obras que se iniciaron en 2001 y señalan que temen que ocurra otra tragedia.
Edgardo se fue. Aquel día de verano, la corriente del Susana, el espejo de agua limítrofe entre Gregorio de Laferrere e Isidro Casanova, estaba furiosa. Llovía a cántaros cuando Edgardo se aproximó a sus orillas para rescatar una pelota que había salido disparada de un picadito. “Yo voy”, gritó el pibe.
A los pocos minutos, fue chupado por el agua. Arrastrado cientos de metros sin poder salir. La última vez que se lo vio con vida fue cuando pasó flotando frente a unos vecinos del lugar y pidió auxilio.
“Agarrate de una rama”, contaron en ese entonces los testigos a este medio. Pero la furia de la naturaleza pudo más. El cuerpo del nene fue encontrado seis días después, casualmente, por otro grupo de chicos que cazaban ranas en esas costas.
“El chico fue víctima de la discriminación, no de la inundación”, dijo a 24CON el abogado denunciante Christian Blanco. Según el edil, “esto no habría sucedido si en el barrio no fuésemos pobres, porque las obras hubiesen sido concluidas años atrás, cuando comenzó a entubarse. Esto no es Ramos Mejía".
Además del amparo, Blanco presentó diferentes pedidos de informe para solicitar que se informe el estado de la obra, así como también las empresas que habrían licitado, pero “no nos atendieron porque dicen que no tenemos legitimidad por ser colectivos”.
Luego de la tragedia, la política local se hizo eco de la problemática y el titular de la Coalición Cívica, Edgardo Lobos, presentó un pedido de informe similar al de Blanco. Pero tampoco obtuvo respuesta: “Nunca nos dijeron nada sobre dicha obra. No nos explicaron cómo pudo haber sucedido, ni tampoco nos dijeron nada sobre las empresas”, recalcó el político a este medio.
Futuro imperfecto. Perteneciente a una familia de pocos recursos, Edgardo se pasaba los días yendo al centro cultural del barrio Arco Iris, donde participaba de los talleres de música y de telas. Le gustaba mucho el fútbol y siempre armaba algún partido cerca del arroyo Susana. Era su calle.
Como le sucedió al joven, el 15 de agosto de 2006, la misma falta de entubamiento permitió que Víctor Rivero lograra su cometido al tomar una mala decisión bajo los efectos del alcohol: se tiró al arroyo y desapareció. El hombre fue buscado por más de 3 días por Defensa Civil y bomberos del lugar. Su cuerpo nunca fue encontrado.
“¿Cuántas víctimas más tenemos que padecer?”, se preguntó Blanco. Mientras el cauce de agua espera otro verano que podría traer, como suele suceder, muchas lluvias, los vecinos aguardan que “alguien decida por ellos. Pero que lo haga bien”.
23 de noviembre de 2010