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¿Se hizo justicia? Será indemnizada por tener que vivir con sus suegros

La Justicia argumentó que le "genera daños al espíritu". Por un juicio perdido, se quedó sin casa y debió irse a vivir con los padres de su marido.
Jueves, 13 de octubre de 2011 a las 17:04

El insólito caso ocurrió en Mendoza. Una mujer será indemnizada por la Cámara Civil y Comercial de la provincia por daño moral, al tener que vivir en la casa de sus suegros, ya que una escribana le cedió la adquisición de una vivienda que ya tenía dueño.

La notaria, quien había apelado la sentencia, fue condenada al pago de $2.500, según confirmó el fallo que se conoció este miércoles. El Tribunal destacó que la damnificada tuvo que vivir “con sus suegros en una casa de propiedad de éstos, todo lo cual, genera daños al espíritu”.


La damnificada, que se llama María Luisa, iba a adquirir una casa que iba a construir una cooperativa. Una escribana le cedió los derechos de la propiedad, pero ya estaba adjudicada a otra persona, por lo que la mujer inició la demanda. 

La Sala Cuarta del Tribunal de Apelaciones, integrada por los magistrados Mirta Sar Sar, Claudio Leiva y Silvina Furlotti, sostuvo que el accionar de la escribana había frustrado la posibilidad de la demandante de “acceder a una vivienda familiar”.

Y por consecuencia, la mujer no tuvo opción que vivir “con sus suegros en una casa de propiedad de éstos, todo lo cual, genera daños al espíritu”.

La damnificada le inició una demanda a la jueza por $11.000 por daños y prejuicios. Pero el juez de primera instancia admitió parcialmente la acción entablada por la damnificada y le otorgó una indemnización de $2.500 por daño moral, pero esta sentencia fue apelada por la mujer.

Además este Tribunal destacó que en el caso “se trata de una vivienda familiar” y que “cualquier familia realiza ingentes esfuerzos para obtenerla” y “deposita no sólo sus sueños sino también su proyecto de vida”, lo cual justifica la existencia de daños espirituales.

Finalmente, la Cámara Civil y Comercial de Mendoza drechazó el recurso de apelación interpuesto por la escribana y confirmó la sentencia de primera instancia, que había concedido a la actora $2.500 como indemnización por daño moral.

 

13 de octubre

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