Era un secreto guardado bajo siete llaves, pero como a veces ocurre, las cerraduras fallan y las revelaciones se transforman en un huracán que acarrea todo a su paso. Si bien la bomba detonó hace alrededor de una semana, la historia de amor y ardiente pasión entre Martín Redrado (48), ex presidente del BCRA, y Luciana Salazar (28) habría comenzado hace poco más de dos meses, días después de que él lograra obtener el divorcio de Ivana Pagés (40), quien fue su esposa durante 15 años.

Cuentan sus íntimos que fueron presentados por una joven amiga de “Luli Pop” y que el flechazo fue instantáneo: ella cayó seducida por el intelecto y la presencia del ex funcionario, y él, padre de dos hijos, Tomás (14) y Martina (7), por la voluptuosa belleza de la rubia y, también, por la “mujer que hay debajo del personaje mediático”, como bien le habría dicho Martín a sus amigos más cercanos.

“No lo puedo evitar, lo mío son los intelectuales”, escribió la sobrina de Ramón “Palito” Ortega y Evangelina Salazar en su página de Twitter, pero sin atribuir ningún nombre a esa afirmación. A partir de allí, las sospechas sobre la relación fueron cobrando más fuerza.

Pero más allá de misteriosos enunciados, lo concreto es que, según contaron vecinos de Redrado, a ella se la veía a menudo por el domicilio que su enamorado tiene sobre la calle Gorostiaga, en el barrio de Belgrano

Justamente el mismo en el que vivía con Ivana Pagés, la ex modelo y madre de sus hijos, quien luego de la separación definitiva, se habría mudado a escasas cuadras de allí, sobre la calle 11 de Septiembre Claro que, para poder disfrutar de su amor sin ser descubiertos, Luciana habría optado por visitar a Martín en horarios nocturnos, al finalizar sus galas en “Bailando por un sueño”