Muchas veces en nuestro país se realizaron proyectos que por distintas razones – de índole política, administrativa u originados por nuestros conocidos vaivenes económicos -, no se llevan a la practica.
Un ejemplo de ello es el Altar de la Patria, un grandioso monumento funerario cuya ubicación hubiese sido en pleno barrio de Recoleta y cuyo destino era conservar los restos de distintos próceres de nuestra Nación y del Soldado Desconocido.
Proyectado en la epoca de la presidencia de María Estela Martínez de Perón, hubiese tenido una altura de aproximadamente 60 metros, además de haberse construido hubiese utilizado los mejores materiales de construcción argentinos.
La Situación en el Partido de General San Martín
En dicho municipio, uno de los más importantes del Conurbano Bonaerense y cuya ubicación es lindera a la ciudad Autónoma de Buenos Aires, existieron ideas, tanto dentro del ámbito estatal como privado, no se llevaron a la práctica.
Lo cual es de lamentar ya que de haberse hecho, hubiese mejorado sensiblemente la calidad de sus vecinos. Gracias a la producción de los medio de difusión gráficos zonales, podemos tener conocimientos de algunos de ellos.
El ramal ferroviario que no fue
En la pasada década del 20 se estudió la idea de realizar un recorrido ferroviario intercomunicador que uniera las vías de los actuales ramales Retiro - José León Suárez con el de Retiro – Tigre.
Ambas pertenecientes a la línea Mitre (actualmente bajo el control de TBA). El por entonces Ferrocarril Central Argentino ( FCCA) planeaba la construcción de un ramal que naciera en la salida de la estación San Andrés, pasara por Villa Ballester, Munro y Martínez, para finalmente llegar a unir el ramal que conduce a la estación Victoria hasta llegar a los talleres ferroviarios ubicados en esta ultima localidad.
También se contemplo crear en la estación sanandrenense un patio de maniobras para mejorar y facilitar el servicio (2).
La biblioteca universitaria municipal
En las postrimerías del último gobierno militar se decidió la creación de una biblioteca que dependiera de la municipalidad y cuyo acervo bibliográfico fuera del tipo universitario.
Su ubicación estaba contemplada en una de las zonas más transitadas de la ciudad de General San Martín, más precisamente en la intersección de Tres de Febrero (hoy Av. Juan Domingo Perón) y Balcarce (actualmente Av. Balbín).
El proyecto contemplaba una edificación de tres niveles. En la planta baja se preveía un salón de actos múltiples y en los dos pisos superiores, las salas de libros y depósitos; además de dependencias de la administración y la dirección.
Su costo estaba estimado en la suma de un $1.6 millones de esa época y se preveía que su inauguración fuera cuando las autoridades elegidas en las elecciones del 30 de Octubre de 1983 tomaran el poder (3).
El sistema de trolebús
En 1990 se estudió la factibilidad de instalar un sistema de trolebuses urbanos dentro de los límites del partido. Para tal fin se realizó un informe que tomaba en cuenta una serie de parámetros (población, superficie, ingresos económicos, tipos de urbanización, entre otros).
En un principio se decidió que en un principio dicho sistema se utilice exclusivamente en la Ciudad de General San Martín y, con posterioridad, se expandiera al resto del municipio.
De haberse realizado el recorrido sería distribuido en todo el territorio sanmartinense en distintas líneas: 1, 2, A, B, C, D y F; contando además con talleres para el mantenimiento y lavado de los coches, los cuales se recomendaba, aquellos con tecnología de países de la ex URSS.
En los artículos donde apareció esta información se pueden ver cómo se tendría que regular la frecuencia para optimizar el servicio y distintas maneras de financiamiento de la instalación del servicio, ya que hay que tener en cuenta que para instalar ese equipamiento la suma calculada era de muchos millones de dólares (4).
El proyecto Ballester Centro
En 1999, impulsado por la Cámara Empresarial del Partido de General San Martín se proyectó una más que interesante reforma urbanística en las zonas aledañas a la estación de Villa Ballester, una de las localidades más importantes del nombrado municipio.
Los cambios en la urbanización consistían en:
a) La creación de una plaza que se hubiera instalado en terrenos del ferrocarril, entre las calles Pueyrredon y Alvear.
b) Apertura y mejoramiento de la calle Esmeralda (peatonal que corre paralela a las vías del tren), con lo que se hubiese revitalizado y mejorado esa arteria.
c) La construcción de dos puentes peatonales. Uno de ellos hubiese unido por un lado, a la proyectada plaza con la calle Vicente López; mientras que el restante hubiese la ya nombrada Esmeralda con la calle Almirante Brown, lográndose de esa manera una mejor comunicación entre Ballester Oeste y Ballester Este.
d) Una playa de estacionamiento donde actualmente se encuentra una parrilla ferroviaria en desuso. La misma se hubiese servido para descongestionar la zona comercial de la ciudad y a su vez, facilitar el estacionamiento de aquellos usuarios que usen el tren para trasladarse a sus actividades habituales (5).
A Modo de conclusión
Las aquí descriptas son una pequeña muestra de inteligentes propuestas que no se llevaron a la práctica y, como se expresó en las primeras líneas de esta nota, hubiese influenciado de manera significativa y positiva en la calida de vida de los vecinos. No fueron las únicas, existen más, que sin dudas serán material para otro artículo.
Fuentes:
(1) Folleto de la Secretaria de Prensa y Difusión, de la Presidencia de la Nación, 1974.
(2) San Andrés, un pueblo con Historia, 30 de noviembre de 1997.
(3) Comunidad, edición del 4 de Septiembre de 1983, Informaciones 3 de Septiembre de 1983.
(4) Informaciones, artículos de ediciones de 1997.
(5) Revista CyC , marzo 1999.