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Por momentos se apartan del programa curricular, para ocuparse de las problemáticas de sus alumnos. Falta de alimentación, de vestimenta, conflictos familiares. Su fuerte vocación las lleva a asumir roles mas allá de la docencia. Casi en forma inconsciente de a ratos son madres, padres, amigas, psicólogas o asistentes sociales. Dos historias de vida que merecen conocerse.
"Soy docente hace 27 años, tengo a cargo tres turnos. Soy secretaría en la escuela Nº: 28 de José León Suárez. A la tarde en la escuela Nº: 11 y a la noche dicto clases en el CEA 712 de Malaver con adultos y adolescentes problemáticos", explica Claudia.
Hebe dijo realizar doble turno en la escuela Nº 28 de Suárez y que le encanta trabajar con chicos y personas de todas las edades. Es dulce, contenedora y también muestra una fuerte vocación docente.
Claudia Ruiz Díaz hizo mención a la educación en adultos y adolescentes problemáticos y así lo explicó: "Son personas que por diferentes motivos padecieron fracasos en su educación primaria. Son repetidores, desertores o seres humanos que el mismo sistema los fue postergando. Esos son los alumnos que llegan a clase después de una jornada intensa de trabajo, con mochilas muy cargadas y sensaciones de angustia, producto de una vida que no eligieron y que por cierto desean modificar".
¿Qué significa ser docente en esta Argentina de hoy?
"Es una profesión que debes sentir, que debes amar, porque son tantos los escollos que se presentan día a día, que si no existiese esta fuerte vocación no podríamos seguir adelante", respondió Claudia.
Más allá de las problemáticas que explicaron ¿Con que otras dificultades se enfrentan?
"Falta de materiales didácticos, pretender contar con una computadora o Internet sería un lujo asiático. En el lugar que doy clases a la noche, contamos con un salón y un teléfono en el baño. Con eso nos arreglamos y los alumnos se dan cuenta del esfuerzo que hacemos y nos lo devuelven con afecto", expresó con orgullo la "seño" Claudia.
Con toda la tarea que desarrollan ¿son maestros o militantes de la vida?
(Risas) "Es que si decidiste ser maestro en esta Argentina de hoy, debes asumir todo lo que ello implica. No podes dar una clase y mirar para un costado, cuando advertís que un pibe tiene hambre y está al borde de la desnutrición, tenes que dejar la clase y llevarlo a la salita. Después analizaremos si es tuya la función, de la familia o del estado ausente; en el momento hay que actuar. Yo les digo a mi alumnos que cada uno de ellos debe ser militante de la vida. Que mañana serán padres de familia y deberán asumir compromisos y lo que hoy nosotras hacemos por ellos, mañana ellos lo harán por otra gente", dijo una de las maestras con lágrimas en los ojos.
Si Algún Ministro de Educación por decreto incorporara como materia "el afecto" ¿estarían de acuerdo?
"Totalmente. Es que nosotros llegamos al alumno desde el afecto. Existe el ida y vuelta y se percibe en el aire. Claro que tendrían que incorporar el afecto como materia ¡Que buena idea!".
Y siguieron contando mas historias de vida. Que una abuela se acercó a la escuela para que le enseñaran a hacer la lista del supermercado, porque las nietas no entendían y se reían de ella. Esa abuela es Teresa y hoy lee y escribe. Rosa explicó que quiso estudiar porque sus cuatro hijas le hacían preguntas y ella no sabía contestarles; hoy Rosa sueña con ser asistente social y ayudar como sus maestras la ayudan a ella. Chicos que están imaginando como será ese taller de radio que se está gestando. Adolescentes que quieren alejarse de las drogas y convertirse en personas útiles para esta sociedad.
Claudia Ruiz Díaz, Hebe Margarita Saez, de profesión MAESTRAS; son nuestras, son argentinas y las necesitamos. Cuidémoslas.