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"La Virgen pidió ser coronada por el pueblo"

Este lunes, miles de fieles fueron parte de la coronación de la imagen de la Virgen y el Niño Jesús. El orfebre Juan Carlos Pallarols, quien trabajó un año en las piezas y recorrió el país para compartir sus obras, habló con 24CON.
Sabado, 23 de mayo de 2009 a las 14:19
Nació en Lomas de Zamora, ayudó a su papá en el taller de Banfield y recorrió las calles de Lanús y La Matanza vendiendo golosinas en la época de las vacas flacas. Hoy, un luminoso y cálido departamento de San Telmo es la usina creativa del orfebre Juan Carlos Pallarols. El hombre que moldea los bastones presidenciales desde la vuelta de la democracia, aquel que talló para el rey Juan Carlos de España, y la princesa de Holanda, Máxima Zorreguieta. El artista que recibió una misión más que trascendente: tallar las coronas que serán puestas sobre la cabeza de la imagen de la Virgen de San Nicolás y el Niño Jesús.

“La Virgen se manifestó a una señora, y pidió ser coronada. La imagen que está en San Nicolás nunca tuvo corona. Y la Virgen siempre pidió que tanto el templo como las demás cosas siempre se hagan de a poquito y con la ayuda de todo el pueblo. Pidió que la coronase el pueblo”, cuenta, sonriendo, Pallarols. La tarea fue propuesta por el Padre Pérez, director de la Basílica, y amigo del orfebre: “’Vos que andás con los bastones de mando, no te animás a hacer algo igual’, me propuso. Pregunté cuánto tiempo tenía y el 25 de mayo de 2008, el obispo Monseñor Cardelli anunció que se iba a coronar a la Virgen. Desde ese día empecé a recorrer el país para compartir el trabajo”, explica sobre la propuesta.

En los 12 meses de trabajo, Pallarols recorrió más de 30 mil kilómetros, y más de 500 mil personas dieron los famosos golpecitos que van moldeando la pieza. Ya lista para ser colocada, la corona de la Virgen fue hecha por seis millones de golpes, y el lingote de plata recibió la bendición del Papa Benedicto XVI en Roma. El último lunes, la corona tuvo su marca final en el Cottolengo Don Orione, en donde residentes con discapacidad, religiosos, empleados y voluntarios fueron parte de la obra.

“Cuando voy a trabajar a algún lugar, llevo un libro en el que la gente firma y deja sus mensajes. ‘Yo no soy católico pero me parece muy importante que estemos juntos los argentinos en cuestiones de cultura, de arte y de fe’, me dijo un señor, y en la Universidad de La Matanza se me acercó una señora, con lágrimas en los ojos, que me dijo ‘yo soy judía, y lo quiero acompañar porque conozco su trayectoria y sé la importancia de esta pieza para la fe de los argentinos’”, relata recopilando anécdotas de sus días en distintos puntos de la Argentina. “Creo que mi modesta colaboración en esto, mi alegría al hacerlo es decir estoy haciendo algo para que estemos juntos, para que nos conozcamos más todos los argentinos”, dice orgulloso.

La fiesta de coronación canónica de la imagen de la Virgen comenzará el domingo a las 20.15, con un concierto coral titulado "Un canto a la Palabra de Dios" y la posterior vigilia de oración hasta la medianoche. El lunes, de 0 a 6, habrá oración en el templo, y desde las 6 hasta las 13 se celebrarán misas a cada hora y se atenderán confesiones. La procesión y misa de coronación, presidida por Cardelli, está prevista para las 15.


Cuando la imagen de la Virgen y del Niño Jesús sean coronados, Juan Carlos Pallarols seguramente sonreirá, como lo hace siempre, recordará cuando “jugaba” a ser orfebre junto a su padre, y regresará a Buenos Aires con la alegría de saber que la corona no sólo es una creación suya, sino de todos los argentinos.
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