¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

¿Qué hay que hacer con estos chicos?

Tres visiones diferentes explican por qué "sí" y por qué "no" habría que bajar la edad de imputabilidad para combatir la inseguridad.
Miércoles, 22 de abril de 2009 a las 14:14
Por Nicolás Otero

Los menores de 18 años delinquen, roban, asesinan y la sociedad les teme, les rehúye. Los trata como a mayores ya que  cometen acciones como si los fueran. Hay quienes sostienen que deben ser juzgados como adultos. Con un debido proceso judicial. Abogado defensor, fiscal y juez. Y el menor, por supuesto. Bajar la edad de imputabilidad, ése es el concepto que muchos políticos barajan por estos momentos. Las especulaciones varían. Desde el termómetro electoral hasta darle al pueblo lo que quiere y no lo mejor.

En diálogo con 24CON, el presidente de la Asociación de Magistrados de Morón, Fabián Cardozo, explicó que “hubiese sido mejor que este debate se realizara en julio o agosto porque ahora está teñido de política, pensado sólo mirando el 28 de junio”. Por otro lado, afirmó que “se va a penalizar a los menores y no se tiene en cuenta cómo se los recupera porque se los condenará y nada más”. Además, considera que “son leyes que sin un respaldo presupuestario no se pueden llevar a cabo” y lo sostiene con un ejemplo: “Hace unos años se implementó que las mujeres golpeadas deberían ir a casas de resguardo. Esos lugares no se construyeron y hoy no existen a pesar de que la ley lo exige”.

En contraposición, el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Daniel Arroyo, dijo a este diario que “el régimen penal juvenil tendría alcance nacional pero no actuarán los mismos magistrados que en los juicios a adultos sino que habrá jueces y defensores especializados para menores porque yo estoy de acuerdo con que no se puede aplicar el mismo Código Penal”. En respuesta a Cardozo, Arroyo aseguró que “en los establecimientos donde estarán alojados los menores habrá hasta 25 chicos y no 120 hacinados como ahora”. Por lo tanto, confía el ministro, “de esa manera podrán estudiar y aprender un oficio en grupos reducidos”.

Al respecto, Cardozo opinó que “van a cumplir una condena y nada más porque están pensando en que encarcelando a los menores bajará el nivel de delito y no es así”. Además, agregó que “es mínimo el porcentaje de chicos que delinquen, el de los adultos lo supera ampliamente”. Y aún más duro, sentenció: “Lo único que proyectan estos chicos es que los mate la policía o la droga, entonces no tienen perspectiva de futuro ni probabilidad de progreso”. Cardozo cuenta que un menor que pasó por Tribunales un día le dijo: “Yo no soy nada, espero que mi vida se termine pronto porque no me banco más esto”.


Sin embargo, Arroyo exhibe números sobre los menores y la delincuencia: “Hay 410 chicos de 16 a 18 años que están en institutos de menores que cometieron delitos graves en la Provincia. Y 50 jóvenes de hasta 16 años que nuestra legislación provincial le permite al juez dictarle una prisión preventiva pero queremos que estos casos los atiendan magistrados especializados. El problema de la inseguridad no son esos 460 chicos cuando hay 15 millones de personas en territorio bonaerense”.

Claro, el ministro apunta hacia aquellos “adultos que mandar a robar un auto a un pibe de 14 años”. Entonces, lo que “se prevé con el nuevo sistema es que ése chico no regrese al barrio donde está el hombre que lo envió a robar”.

Ahora, los diputados de los distintos bloques discuten de qué forma sancionan una ley tan polémica como incierta en su aplicación eficaz. La sociedad recrudeció sus reclamos y los políticos en campaña oyen con compasión el frustrado deseo de orden. Por supuesto, antes de discutir sobre si es realmente posible realizar tal régimen penal juvenil se da como un hecho absoluto que la culpa de que un menor delinca es de su propia potestad.

 

En tanto, el prestigioso criminólogo, Enio Linares, se sumó al debate: “Lo que yo propongo es poner la situación acorde a la Constitución y juzgar a los menores desde los 14 años. Se los puede institucionalizar o poner presos en institutos de menores, pero no deja de ser una privación de la libertad. Nuestra ley dice incluso que cuando tienen problemas de conducta los menores deben ser institucionalizados. Ahora yo me pregunto: ¿quién de nosotros no tiene problemas de conducta? Depende de la hora del día en que nos pesquen... Entonces es una aberración”.

 

El especialista agregó que "el menor no es responsable del crimen por el sólo hecho de ser menor. ¿Es culpable? Sí. ¿Qué hago con ese menor que no es responsable pero sí culpable de un delito? Lo tengo que mandar a un instituto de rehabilitación, pero hay que hacerle un seguimiento a través de la Justicia para que no lo larguen antes de tiempo".

 

Para paliar esta deficiencia, Linares y su equipo trabajaron en un proyecto que tiene que ver con la criminología en menores. Un sector político habría tenido conocimiento del mismo e intentó usarlo en su campaña pero se chocó con la negativa del forense.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD