Decenas de personas fueron víctimas de una presunta estafa por parte de una mujer en Recoleta que revendía pasajes de avión a todo el mundo a la mitad del valor original. El método colapsó y ahora hay al menos 70 víctimas varadas en Madrid.
La mujer se aprovechaba de la confianza de los padres del curso y ponía como condición el pago en efectivo. “Iberia tiene el beneficio a sus empleados de darles 16 boletos al año para amigos y familiares”, explicaba en un audio enviado al chat de la escuela.
“Cuando tú me entregas las fechas, se ingresan los nombres del pasajero con las fechas ya aprobadas. El motivo por el cual se entregan con una semana de antelación es porque el sistema genera un código especial de emisión de empleado”, explicaba Karyna para tranquilizar a las víctimas.
El sistema funcionó al principio, hasta que por un cambio de códigos de Iberia, los pasajes desaparecieron y decenas de personas quedaron varadas. La estafadora dejó de contestar los mensajes, lo que dio pie a una investigación.
Al hacerse público, Karyna quedó internada por un pico de estrés luego de consumir gran cantidad de pastillas con el objetivo de terminar con su vida.
La investigación también pone un ojo en los compradores. “¿Son compradores de buena fé?”, interrogó Eduardo Feinmann en su programa. “Lo pagaron en negro y es gente instruida que sabe que no puede conseguir boletos a ese valor”.