Goody se casó con Jack Tweed, de 21 años, en una lujosa ceremonia en el norte de Londres, cuya televisación se habría vendido por 1,4 millones de dólares. Fue organizada en los diez días transcurridos desde que Tweed le pidió matrimonio en el hospital al conocer el diagnóstico. Hasta el secretario de Justicia, Jack Straw, se movilizó para permitir que el novio -condenado por atacar a un joven con un palo de golf- pudiera pasar la noche de bodas con Goody, ya que la ley le exige dormir en prisión.
En tanto la decisión de Goody ha provocado el debate en el Reino Unidos sobre esta muerte pública: algunos admiran su determinación de ganar dinero para asegurar el futuro de sus dos pequeños hijos y otros creen que es morbosa la cantidad de espacio dedicado a ella en los medios, que afirman que la ex enfermera ha vendido ya los derechos a mostrar sus últimos días. "He vivido ante las cámaras. Y quizá muera ante ellas", declaró Goody al diario News of the World.
Fuente: AFP