La psicóloga que trata en el hospital El Sauce a Gil Pereg, más conocido como el "Hombre gato", declaró esta semana en el juicio por jurado que busca determinar la imputabilidad del israelí, acusado de haber matado a su madre Phirya Saroussy (63) y de su tía, Lily Pereg (54), en enero del 2019.
María Jimena Rivas dio un repaso de la vida del imputado y aseguró que, posiblemente, pudo "no haber sido consciente de sus actos". Durante su relato, la profesional también volvió a sacar a la luz las supuestas relaciones sexuales que mantenía Gil Pereg con su madre.
"Lo que él dice es haber tenido relaciones sexuales con su madre unas 5 veces, pero no pueden tener hijos, con lo que asisten a una clínica de fertilización. Allí es cuando su madre lo lleva a un psiquiátrico y él se siente traicionado por ella", detalló, según informó el portal Sitio Andino.
"Todo esto puede ser parte de la construcción del delirio. Desde Israel no nos dieron información, debimos rearmar su historia a partir de la técnica de anamnesis, que es un método científico", señaló la psicóloga.
Por otro lado, la mujer dijo que el diagnóstico de Pereg es parafrenia: "Un trastorno delirante crónico que consiste en un delirio generalizado". Es irreversible.
"Es una psicosis que puede producir inimputabilidad. Con tratamiento de por vida puede estar estable, pero es un delirio irreversible. No es normal", aseguró Rivas, según publicó Los Andes.
La mujer explicó que atiende al imputado en el Hospital Psiquiátrico El Sauce donde está alojado, y que se entrevista con él de lunes a viernes, entre una y dos horas diarias. "Tiene una estructura psicótica que puede alterar por momentos el juicio de la realidad", agregó.
En este marco, recalcó que "si le tocan los núcleos delirantes, él puede responder de manera violenta". Además, dio detalles de su infancia e indicó que "su desarrollo infantil no fue normal".
Rivas relató que a los 8 años "estaba encerrado, solamente estudiaba y sólo confiaba en sus abuelos maternos y su mamá", según el portal Mdzol, ya que "eran los únicos vínculos con los que se sentía protegido".
"Luego, a los 12, él leía un libro y chequeaba varias veces para ver si había comprendido. Ya eran rasgos obsesivos, acompañados con una falta de integración social. Dice que dormía en la habitación de su mamá, y registraba a sus abuelos, pero no consideraba que tuviera hermanos", se explayó.
El "Hombre gato" y el doble crimen de su madre y su tía
El doble crimen de las israelíes -su madre, Phyria Saroussy (63), y su tía, Lily Pereg (54)- fue descubierto el 26 de enero de 2019 cuando, luego de días de búsqueda por Mendoza e, incluso, Chile, los cuerpos fueron hallados enterrados en un predio propiedad de Pereg, ubicado en calle Julio Argentino Roca 6079, de Guaymallén.
La búsqueda de las mujeres se había iniciado el 12 de enero, cuando Pereg, un hombre de 1.90 metros de altura, cabeza rapada, que solía vestir remera y short y que se hacía llamar en el barrio "Nicolás", denunció ante la policía la desaparición de ambas, quienes habían ido a visitarlo a Mendoza.
Desde su detención, el israelí evidenció una extraña conducta: maullaba y actuaba como felino. En rigor, en la propiedad donde encontraron los cadáveres convivía con decenas de gatos. En la primera audiencia del juicio que se lleva en su contra, el "hombre gato" tuvo que ser desalojado de la sala porque no paró de "maullar"