Uno de los más conocidos está en la isla de Jeju (Corea del Sur), el Love Land o Jeju Loveland, que permanece abierto desde 2004. En realidad se trata de una suerte de exposición al aire libre de esculturas mostrando genitales y parejas en diferentes posiciones del Kama Sutra, todo ello combinado con proyecciones de vídeos de educación sexual y dispositivos interactivos para los visitantes.
El inicio del parque estuvo más bien relacionado con el hecho de ser una isla de tradición turística para las parejas de recién casados, como forma de incitar al sexo en un país en donde hasta muy recientemente han sido numerosos los matrimonios de conveniencia arreglados por las familias.
Inspirado en el Jeju de Corea, en el centro de China, en la villa de Chongguing, ha sido destruido el que estaba destinado a ser su primer parque temático dedicado al sexo. Junto a las "obligadas" réplicas de genitales y parejas en diversas posiciones coitales, algunas de tamaño gigante, proyectaba realizar exposiciones didácticas sobre aspectos de educación sexual.
Este parque temático sexual debía abrirse al público el próximo octubre, pero acaba de ser demolido porque las autoridades han decidido que era una influencia negativa para la sociedad china. Ciertamente había sorprendido la noticia sobre su construcción, pues son conocidas en Hong Kong y China las tremendas contradicciones que el Gobierno mantiene respecto a la sexualidad.
En Londres, Amora, "La Academia del Sexo y las Relaciones", ha sido también un parque temático sexual que, asesorado por profesionales de la sexología, ha permanecido abierto desde el 2 de julio de 2007 al 30 de abril de 2008. Algo más refinado, con menos esculturas de genitales y posturas de Kama Sutra, y con más proyecciones e interactividad.
La idea de parque temático sexual parece buena, se entiende que es una forma más de suscitar la educación sexual de la población, pero, como todos sabemos, de lo sublime a lo ridículo, no hay más que un paso.
Desde el punto de vista sexológico los eruditos afirman que no debería cobrar demasiado protagonismo el enfoque genitalizado y coitocéntrico. Sin que esto quiera decir que se destierre esta posibilidad. No se trata de poner trabas al sexo explicito, al fin y al cabo el disfrute de la pornografía podría salir de la penumbra de la compulsión solitaria, a la luz del disfrute erótico abierto y honesto.
Sería bueno que estos parques contaran con el asesoramiento de sexólogos para convertirlos en auténticos parques temáticos sexuales, como creativas y lúdicas opciones de educación sexual para adultos.