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Sexo, chat y cel: el dudoso combo del amor

Te contamos la verdadera historia de los foros y los llamados eróticos. Las comunidades de sexo tienen una cara oculta. Enteráte.
Martes, 03 de marzo de 2009 a las 14:59
La particularidad que conlleva el avance del mundo electrónico, es que nunca sabemos quién está del otro lado. La duda y la sospecha, los ratones de toda era. Por eso, este jueguito no es de ahora. La antología de globo virtual adscribe desde los años ’20 a la radio como precursora. Luego, un sinfín de aparatos que juegan con nuestra imaginación, se apoderaron de la cotidianeidad. Internet es el Goliat de todos los gigantes. El medio que la tiene más Grande.

Con la masificación de este último, (2000 en adelante) siempre lideró el consumo de sexo virtual los rankings mundiales. Hace poco menos de un año, la historia cambió. Sin embargo, los sitios porno y los foros sobre sexo, calentaron y calientan a cientos de miles de internautas a diario. Pero la verdad tiene múltiples caras.

Pagar por sexo, ¿en Internet?

Como todo medio masivo de comunicación, la “red de redes” tuvo su debút en los servicios pagos. Y qué mejor servicio para poner en las bateas que el sexo. Si, sexo; y lo mejor: libre, seguro, cien por ciento eficaz y barato. Aunque parece mentira que con tanta promiscuidad hoy queden rezagados que paguen por este servicio, los foros sobre hardcore son los que más facturan en la Web.

Julia es empleada de un Chat. Chat, leyeron bien. “De esos donde vos pagás para contactarte con gente que está en la misma que vos y quiere sexo”, dice sin pelos en la lengua. La mentira revelada queda al desnudo. “Toda la gente que paga para entrar a un foro de sexo y encontrar a personas que creen que son normales y están buscando sexo, están cayendo en la trampa”, comenta la jovencita con voz dulce. Según esta empleada, que puedo dar fe, te eriza hasta los bigotes, “los servicios de Chat y telefónicos, tienen gente como yo trabajando en turnos de ocho horas para hablar con chicos o chicas que pagan por sexo”.

La verdad de la milanesa


Cuenta Julia: “Cuando me llama alguien o cuando hablo por la red, me hago pasar por una chica normal y les sigo la cuerda hasta el final. Cuando llegamos al punto de encontrarnos o algo por el estilo, siempre les meto una excusa”, desmitifica la señorita. Es más, “tenemos un compañero que es un gordo gigante que a veces se hace pasar por alguna mina y nos morimos de risa”.

Alpiste…
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