El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina emitió un comunicado este sábado en el que recomendó a los ciudadanos argentinos que se encuentran en Israel que salgan del país lo antes posible, ante el ataque sorpresa de la organización terrorista Hamas desde la Franja de Gaza.
Según la Cancillería, el Consulado de la Argentina en Tel Aviv está elaborando un registro de los argentinos que puedan requerir una evacuación y les pidió que envíen sus datos al correo [email protected]. También les sugirió que aborden los vuelos comerciales disponibles desde el Aeropuerto Ben-Gurion, que continúa operando pese a los bombardeos.
El ataque de Hamas, que se denominó "Tormenta de Al-Aqsa", consistió en el lanzamiento de miles de cohetes y el envío de hombres armados por tierra, mar y aire hacia Israel, en una acción sin precedentes en el largo conflicto entre ambas partes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que su país está "en guerra" y prometió una respuesta contundente.
El saldo provisional de víctimas es de al menos 70 muertos y 985 heridos en Israel, y de al menos 198 muertos y cientos de heridos en Gaza. Hamas afirmó haber capturado a varios soldados israelíes, aunque las autoridades israelíes no lo confirmaron.
Hamas es un grupo islamista radical que controla la Franja de Gaza desde 2007, tras expulsar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), reconocida internacionalmente como el gobierno legítimo del Estado de Palestina. Hamas no reconoce la existencia de Israel y busca su destrucción mediante la violencia.
El origen del conflicto se remonta a 1948, cuando se creó el Estado de Israel tras la partición del Mandato Británico de Palestina. Desde entonces, se han sucedido varias guerras y enfrentamientos entre Israel y sus vecinos árabes, así como entre Israel y los grupos palestinos. La última gran guerra entre Israel y Hamas fue en 2014, cuando se dispararon unos 4.000 cohetes desde Gaza hacia Israel durante 50 días.
El detonante del actual ataque fue la escalada de tensión en Jerusalén Este, donde se produjeron enfrentamientos entre la policía israelí y los manifestantes palestinos por las restricciones al acceso a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado para el Islam. Hamas dijo que su ofensiva era una respuesta a los ataques a las mujeres, la profanación de la mezquita de al-Aqsa y el asedio a Gaza.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación y ha llamado a la calma y al diálogo. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, condenó "en los términos más enérgicos posibles" el ataque de Hamas y pidió el cese inmediato de las hostilidades. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reafirmó el "derecho legítimo" de Israel a defenderse y ofreció su mediación para lograr una solución pacífica.