Alberto grabó un video y salió al cruce a los cacerolazos que orquesta Marcos Peña

Esta es una de las ultimas piezas de comunicación que produjo el Gobierno. Sale a enfrentar un incipiente movimiento de rebelión a la cuarentena y sus efectos recesivos en la economía, que se expresa en los cacerolazos de las 22 en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

Luego que Alberto Fernández extendiera por dos semanas más el aislamiento obligatorio, el Gobierno teme a que la gente comience a romper con las medidas de confinamiento y aumente la circulación, justo cuando se acerca la fecha para el pico de contagios. Es por eso que aumentó los controles en la calle, profundizó las penas para quienes no cuenten con los permisos y dio indicaciones precisas a los intendentes para que la gente de los barrios más populares traten de quedarse lo más quietos posibles. 

CACELORAZOS Y POLÉMICA

En tiempos de pandemia y cuando gran parte de la clase política se encolumnó detrás de Alberto Fernández, un grupo de los barrios más acomodados de la Ciudad y otros puntos del país "organizaron" un cacerolazo. El primero fue el 30 de marzo y ruidazo sonó fuerte en Palermo y Villa Urquiza. Pegó en Rosario cerca del río. En barrios de Córdoba. Pero queda claro que la política está atrás de la organización y tiene como objetivo bajar el altísimo nivel de consenso por su liderazgo contra el coronavirus. 

En las últimas horas circuló una cadena que dejaría al descubierto la operación orquestada, algunos indican que lleva la firma de un importante ladero de Mauricio Macri. Durante la anterior gestión fue acusado de tener un ejército de trolls al servicio de eliminar cualquier crítica que encontraran en las redes en tiempos de Juntos por el Cambio. En la imagen se puede ver como están escritos los mensajes que hay que publicar en las redes para que la campaña se convierta en Tendencia en el país y así meterle presión al gobierno, porque los medios se harán eco.

El peridoista Jorge Rial logró una captura del mensaje de WhatsApp con puntillosas instrucciones para el ejercito de militontos que hoy salen con las cacerolas a pedir que la política se baje el sueldo, un eufemismo que en realidad persigue esmerilar al Gobierno de Alberto Fernández y motorizar un vacío de poder, instrumento clave para allanar el terreno a un eventual regreso de la derecha reaccionaria que representa ese espacio político y también ese sector de la sociedad.

Algunos vecinos de la Ciudad también mostraron su enojo por agitar la grieta en el momento menos indicado.