El apoyo de barras bravas detrás de los prófugos del crimen de Gabriel Izzo: detienen a cuatro sospechosos

Están acusados de tener vínculos con la banda que mató al empresario y apuñaló a su esposa en San Antonio de Padua. Entre los detenidos se encuentra el padre de uno de los prófugos.

La Policía detuvo a cuatro hombres sospechados de tener vínculos con la banda de delincuentes que mató a Gabriel Izzo, el empresario asesinado a balazos durante un asalto a su casa de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua.

Entre los detenidos se encuentra el padre de Diego Eduardo Correa (25), uno de los prófugos por el crimen de Izzo. También es intensamente buscado Brigado Achucarro González (32), que había sido detenido pero se fugó a fines del mes pasado de una comisaría de Merlo.

La DDI y la Policía Federal realizaron diez allanamientos -ocho en Buenos Aires y dos en Provincia- en busca de los acusados del homicidio, pero los sospechosos continúan prófugos.

En el marco de la investigación, se determinó que Correa y Achucarro tienen fuertes vínculos con las barras bravas de los clubes Excursionistas y Sacachispas, que también fueron allanados.

Los investigadores secuestraron armas de guerra en la casa de las personas que -se sospecha- protegerían a los prófugos del crimen.

El padre de Correa y los otros tres detenidos quedaron a disposición de la Fiscalía 35, imputados por el delito de tenencia ilegal de arma de guerra (pistolas y ametralladoras).

Los sospechosos serán indagados este jueves por la fiscalía de Morón que investiga el caso.

El crimen de Izzo fue cometido el viernes 9 de junio a las 4.20 en su casa de Italia 1077, a pocas cuadras del centro de la estación de trenes de San Antonio de Padua, donde el comerciante y dueño de un aserradero, vivía con su esposa Silvina Petinari, hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo.

Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación -una pistola Bersa calibre 40 y un revólver 38- con la que salió de la habitación para ver qué sucedía.

En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon y además lo apuñalaron.

La víctima también disparó, aunque sólo con el revólver, ya que la pistola se le trabó. Izzo fue impactado por cuatro proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada en el rostro y perdió un ojo.

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