"No tengo capacidad de enojo, no me cayó la ficha"

El padrastro de Ángeles volvió a hablar y aseguró que prefiere "el silencio antes que el enojo con Mangeri". Explicó su violenta reacción de anoche.

 

El padrastro de Ángeles Rawson, Sergio Opatowski, dijo que la familia prefirió el silencio antes que enojarse con el portero Jorge Mangeri, acusado del crimen de la adolescente. Además recordó que, en un principio, todos apuntaban a él, aunque ahora, aseguró: "La causa no está apuntando a mí ni a la familia".

"Preferimos el silencio antes que enojarnos con Jorge (Mangeri)", afirmó, e indicó: "Traté de mantener un poco más el silencio y de mantenerme calmado. Es muy doloroso. Estamos muy golpeados con esto, tratando de llevarlo".

"Tengo amigos que me llamaban y me decían que iba a ser detenido. 'Me estás desayunando con esta información', les respondía", aseguró Opatowski. "Se dijeron muchas cosas feas de mí", agregó, y señaló: "Salí a hablar porque sentí que perdía la vida, el sentido, la ubicación".

 

“Escuchar que nuestro portero estaba implicado nos dio un escalofrío enorme”, admitió el hombre, quien reconoció que es “una situación muy compleja”. Insistió en que fue algo “impensado”, ya que conocían al hombre desde hacía 11 años y consideró que "el caso está bien llevado" por la Justicia y los investigadores.

Al ser consultado sobre la sensación que le quedó, dijo: “No tengo capacidad de enojo porque no me cayó la ficha”. Y añadió: “Si fue Jorge, cumplirá lo que tenga que cumplir”.

Opatowski también se emocionó al hablar del dolor que tiene la familia y dijo estar arrepentido por algunas declaraciones que dio a la prensa, aunque no precisó cuáles. “Por ahí me enojé muchas veces cuando hablé en la tele, pero yo también soy padre”, se excusó.

Además, pidió disculpas para la reacción que tuvo el viernes a la noche durante sus declaraciones públicas, con una persona que lo increpó y a quien él insultó varias veces. “Estaba saturado de tanto maltrato a mi persona y a la familia”.

Contó que esa persona lo acusó de haber preparado “bien” su coartada y por eso se enojó.  “Me ponés un palo en la mano y se lo parto en la cabeza”, reconoció.

"Podemos soportar muchos embates, pero hay cosas que, cuando unos las escucha y no son verdades, son muy duras. Se dijeron muchas cosas de la familia que no ayudaron en nada", sostuvo.

Al momento de recordar a Ángeles, Opatowski contó que la chica "era muy compinche de su madre" y que entre las dos "se prestaban la ropa".

20 de julio de 2013

 

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