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El Naranja bajó al puntero en Liniers

Berazategui venció al local por 1-0 y recuperó la sonrisa.
Martes, 24 de agosto de 2010 a las 19:19

El Naranja llegaba al siempre difícil reducto de Liniers antecedido de la muy pálida imagen que había dejado la fecha anterior ante San Miguel. Y, muy por el contrario, el local llegaba con todos los pergaminos que le daban ser no sólo uno de los punteros sino, encima, haber ganado los tres partidos disputados.


Así, en la previa, el conjunto dirigido por el ex técnico Naranja, Osvaldo Roggero (antes del partido, los directivos de Berazategui, en la persona de su secretario general, Hugo Esteban Calveyra, le entregaron una plaqueta en reconocimiento al último ascenso conseguido por la institución en el torneo 2008/2009 bajo su conducción técnica) aparecía como el gran candidato y un hueso muy duro de roer para un Naranja que llegaba a General Villegas con una mochila repleta de dudas.

 

Muchas de las cuales, afortunadamente, comenzaron a disiparse, entre otros motivos, por la vuelta al primer equipo de Juan Horvat -junto a Nahuel Pombo fueron las grandes figuras de la tarde- ya que con "Manzanita" en la cancha, Berazategui recuperó el fútbol que tanto extrañaba en la mitad de la cancha.


El partido arrancó con los dos equipos respetándose en demasía, aunque el Naranja insinuaba un poco más que la "locomotora" de Villegas.


Sorprendido por el planteo nada mezquino de la visita, el equipo local seguía aferrado a lo que mejor sabe hacer y más le conviene en una cancha por demás chica: los contragolpes y las ju-gadas de pelota parada. Sin embargo, por ninguna de las dos vías encontraba la manera de generarle riesgo a una línea de cuatro que se mostró tan sólida como segura y firme a la hora de responder.


Cuando parecía que la primera etapa se moría con un injusto 0-0, a los 39 la justicia dijo presente en Villegas. Un tremendo derechazo desde afuera del área le permitió a Nahuel Pombo marcar lo que a la postre iba a ser el único gol del partido.


Lejos de suponer que en el complemento, Liniers iba a salir como león herido en busca del empate, los de Roggero siguieron fieles a su libreto de tratar de sorprender vía pelotas paradas o vía un contragolpe. A eso hay que sumarle que los ex Naranjas Román Gnocchi y Juan Brunetti fueron borrados de la cancha gracias a la gran tarea de los cuatro del fondo visitante.


Lo del Naranja era tan sólido y lo de Liniers tan tibio que el local jamás supo, ni pudo, sacar ventaja de la expulsión de Iribarne, a los 69.


Contra todos los pronósticos, Berazategui se volvió de General Villegas no sólo con tres puntos indiscutidos sino, fundamentalmente, con una imagen mucho más optimista – y diferente- a la que había dejado una semana atrás ante su gente.

 

Y eso es muy alentador de cara a los próximos dos partidos que disputará, ambos, en el Norman Lee y, sin duda alguna, con una gran concurrencia de hinchas que volverán a poner en evidencia otra de las grandes urgencias que tiene la Asociación Deportiva Berazategui por resolver: el estadio de cemento.

 

Fuente: elsolquilmes.com.ar

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