Su sueño era volver a participar de los Juegos Olímpicos, y para poder cumplirlo no tuvo mejor idea que fincanciar su viaje a Londres regenteando su propio prostíbulo.
Logan Campbell, un luchador de taekwondo neozelandés, acaba de conseguir su clasificación para la competencia, y no tiene ningún tipo de problemas en admitir cómo consiguió el dinero.
“Mi madre quiere una cocina nueva desde hace diez años, pero no ha podido tenerla porque ha invertido todo su dinero en mi taekwondo”, explicó Campbel, que perdió en primera ronda en Beijing 2008. Es que necesitaba unos 200.000 euros para buscar un lugar.
Según definió, “es un buen negocio para hacer dinero". "Me sentiría peor vendiendo cigarrillos que haciendo esto, algo que es seguro y sano. Llevo un lugar con clase. Aquí las chicas tienen unos 20 años, están por voluntad propia y ganan más dinero que yo”, se justificó por aquel entonces.
Aunque la prostitución es legal en Nueva Zelanda, su caso generó polémica. “Entonces el taekwondo no recibía ningún fondo”, explicó Campbell, que luego empezó a recibir ayuda económica y finalmente el año pasado vendió el burdel, informó Mundo Deportivo.
“Los patrocinadores empezaron a financiar el taekwondo y a partir de entonces no necesité más el negocio”, dijo Logan, que había recibido fuertes críticas de la Federación de su país y del Comité Olímpico Neozelandés.
16 de marzo de 2012