Los participantes se cubrieron de rojo y negro y, desparramados en el suelo, formaron la figura gigante de un toro, que simula estar ensangrentado por culpa de las heridas producidas con las lanzas de los toreros.
Mientras, otros quedaron a un costado sosteniendo una pancarta en la que se leía “Tauromaquia abolición”, consigna que se repitió en carteles más pequeños escritos en diversos idiomas. El curioso espectáculo fue observado por los cientos de turistas que iban a visitar el museo.
Los voceros de las diferentes organizaciones explicaron que realizaron la protesta para que Euskadi pueda ser en el futuro, tras Canarias y Cataluña, la siguiente comunidad autónoma en la que se plantee el debate sobre la prohibición de los espectáculos taurinos.
Sin embargo, aseguraron que por el momento no tuvieron contactos directos con políticos para debatir el tema, pero que ya se está evaluando el “equilibrio de fuerzas” con los grupos pro-corridas.
Fuente: El País.es
21 de agosto de 2010