Los poderosos incendios que azotan a Grecia desde hace cuatro días continuaban hoy consumiendo los bosques ubicados al noreste de Atenas, habiendo calcinado ya más de 15.000 hectáreas en la zona y provocado la evacuación de unos 20.000 habitantes.
Un nuevo frente que se declaró anoche en el monte Kitharonas, amenazaba también el balneario de Porto Germeno, a 60 kilómetros al oeste de Atenas, donde actúan un centenar de bomberos. De los 67 incendios forestales declarados en las últimas 24 horas, siguen ardiendo los cercanos a la capital, al igual que los de la localidad de Karistos, en la isla de Eubea, por tercer día consecutivo, y en la isla de Zante, por cuarta jornada.
Después de un trabajo ininterrumpido de los equipos desplegados, las autoridades esperan que esta tarde se logre controlar el incendio declarado a una distancia de 15 kilómetros del centro de Atenas y que tiene un perímetro de 50 kilómetros.
"Confiamos en que hoy la situación será mejor", declaró una fuente del servicio de bomberos, quien hizo un recuento de los siete focos activos que hay en los alrededores del monte Pendelis, en donde los operativos se esfuerzan por aplacar las llamas bajo fuertes ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora.
En total, en el operativo trabajan unos 600 bomberos y 300 soldados, asistidos por doce aviones ?tres de ellos de Francia e Italia- y cuatro helicópteros cisterna, todos desplegados en la zona de los siniestros.
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Los habitantes de los poblados de Maratona, Anthusa, Nea Makri, Dionisos, Pikermi y Rodopolis pasaron una noche de pesadilla, en alerta junto con los efectivos desplegados por tierra para cuidar que no se quemaran sus casas. "Esta noche salvamos de la catástrofe a nuestras casas ", declararon, aliviados, algunos inquilinos en Nea Makri ante las cámaras de diversos canales de televisión.
Por su parte, la justicia griega ordenó ayer una investigación para establecer el origen de los incendios y sus circunstancias, dado que la mayoría de las autoridades han denunciado que se trata de "acciones intencionales" relacionadas con intereses inmobiliarios.
Los incendios revivieron el infierno que vivió Grecia en 2007, cuando se quemaron los montes de las proximidades de la capital, considerados los pulmones de la ciudad. En agosto de ese año, el fuego quemó 250.000 hectáreas y causó la muerte de por lo menos 77 personas.