El Rally Dakar cumplirá en 2014 su sexta edición sudamericana con el agregado de mil kilómetros de carrera pura, dos etapas maratón, caminos diferenciados para autos y motos, en un proceso de transformación que considera en un futuro cercano incluir tramos sin road-book, adelantó su director deportivo, David Castera.
El francés, hacedor de los caminos del Dakar, habló con Télam desde su bunker del barrio porteño de Belgrano, donde se afincó con su familia en mayo pasado, tras años de idas y vueltas entre París y Sudamérica.
Tanto a Castera como al director del Dakar, su compatriota Ettiene Lavigne, dos cosas los desvela a la hora de encarar una nueva edición del rally: la seguridad y la diversidad de caminos que desafiarán los pilotos durante la competencia "más dura de todas".
En 2014, el Dakar Argentina-Bolivia-Chile tendrá un total de casi 9.000 kilómetros, 5.000 de ellos de pruebas especiales, es decir de carrera pura, mil más que cualquiera de las últimas diez ediciones disputadas.
Castera admitió que para los competidores será un Dakar "muy complicado" porque los exigirá al máximo tanto "a nivel físico como en la concentración", y que los cambios de terreno también, como siempre, tendrán un "papel preponderante" en este aspecto.
“Los mil kilómetros extras que vamos a tener de carrera nos van a exigir más y más concentración. Mientras corrés está prohibido pensar en otra cosa, porque es cuando te salís de camino. Será la edición de especiales más largas que se haya corrido en Sudamérica”, remarcó el responsable de trazar los enmarañados caminos.
La mejor forma de combinar la seguridad de los competidores con las exigencias que debe tener el rally fue desdoblar los caminos y hacer trazados diferentes para motos y cuatriciclos, autos y camiones, lo que ocurrirá en seis etapas.
En ese sentido, Castera explicó: "Si mezclás autos y motos, éstas quedan rodeadas de polvo, los pilotos se agotan y hay riesgo de caídas”. Con recorridos diferenciados, las motos y cuatriciclos tendrán que ser más fuertes, constantes y resistentes para ir por caminos en los que ni autos ni camiones pueden pasar y que constituyen, de hecho, una carrera diferente.
Durante enero, esos trazados exclusivos se correrán en seis etapas, cuyo diseño fue "un trabajo de locos”, según definió el propio Castera.
Una clave en el recorrido de cada Dakar, sobre todo desde que se corre en Sudamérica, fue sumar dificultades a las etapas y nuevos paisajes que constituyan retos diferentes cada año.
Después de las tres primeras temporadas en Sudamérica, la organización sumó a Perú a la travesía 2012 y ello significó un enorme esfuerzo para los pilotos que tuvieron que sobrepasar dos tipos de desiertos diferentes, en una carrera que, además, contó con pasos fronterizos a más 4.500 metros de altura.
La organización piensa continuamente “nuevas dificultades” y la próxima en estudio es una “navegación diferenciada” con tramos en los que no haya ninguna indicación, ausentes en la hoja de ruta, y etapas en la que los autos vayan por caminos sin traza, como sucedía en África, donde las rutas eran naturales.
“Tenemos la idea de hacer una navegación diferenciada, proponer cosas distintas, como por ejemplo tramos de 20 kilómetros sin indicaciones, donde los propios pilotos elijan el camino”, reveló Castera.
Con cinco Dakar corridos en moto y ocho años diseñando los caminos, el francés dejó en claro que las cosas no son como antes y que a los avances de la tecnología hay que contrarrestarlos con dificultades.
“La navegación de hoy no es la de hace veinte años, y si encontramos formas de complicarla un poco más, lo vamos a hacer. Estamos en la fase número uno de ese proceso”, enfatizó.
Castera reveló que su idea es quedarse en el país por los próximos dos años, tiempo en el que se abocará a formar un equipo de trabajo local que tenga ciertas responsabilidades y que evite los viajes constantes entre París y Buenos Aires.
“Si hay gente en Argentina, con más responsabilidad, se puede trabajar mejor que desde París. Tengo dos años para encontrar un grupo de trabajo nuevo”, aseguró. En su búnker, detrás de su escritorio, se despliega un enorme mapa de Sudámerica que evoca las palabras del director Lavigne en 2011 cuando "el Dakar llegó para quedarse", luego de abandonar su África natal por la convulsa situación en el continente.
De hecho, la edición 2014 sumará a Bolivia, cuarto país desde que el Dakar recaló en el continente en 2009, año en el que Argentina y Chile fueron los anfitriones hasta que en 2012 y 2013 se acopló Perú, que esta vez no está en el calendario. Castera ratificó que un equipo de la organización hizo varios recorridos por la región en busca de nuevos desafíos.
Tras seis años en tierras sudamericanas, el rally encontró una nueva identidad, una nueva imagen que dejó en el recuerdo aquellas postales africanas para enriquecerse con la diversidad de paisajes locales.
“Es cierto que allá imperaba una mayor sensación de desierto porque no había nada y eso cambia la forma de ver las cosas de un piloto, pero lo bueno es que ya casi no hay planteos sobre la comparación entre Africa y Sudamérica”, describió Castera.
En ese sentido, reconoció: "La gente se hizo a la idea de que estamos en otro sitio, lo aceptamos y avanzamos. Al principio, en los primeros dos años, se objetaba ´bueno, pero en Africa…’. Ahora lo hacemos con los elementos con los que contamos, lo hacemos diferente”.
Castera relató que la semana pasada en París, durante la presentación del recorrido, quedó claro que “en Africa las imágenes eran todas iguales". "En cambio, acá son todas distintas. Primero Córdoba y sus sierras, después las arenas grises del Nihuil, al día siguiente cerca del Aconcagua, luego el desierto de Fiambalá… Hay cambios increíbles. En Francia, la gente que sigue el Dakar también quiere ver las imágenes de los países sudamericanos”, se entusiasmó.
El Dakar 2014 largará el 5 de enero desde Rosario, irá en dirección norte hacia Bolivia y luego cruzará a Chile para terminar el 18, a los pies del Pacífico en la ciudad de Valparaíso.
29 de noviembre de 2013