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Tras la traducción del documento, de unas 4 páginas, los abogados de ambos imputados señalaron que se hallaron "dos nuevos perfiles genéticos", que no coinciden con el de sus clientes, ni con ninguna de las 28 personas que se sometieron a los exámenes.
Las muestras analizadas indicarían entonces que los asesinos fueron dos, pero no habrían sido ni Facundo Macarrón ni Zárate. Al mismo tiempo, aclararon que sí encontraron código genético correspondiente a Marcelo Macarrón – el esposo de Dalmasso -, pero que esto no sería suficiente prueba para incriminarlo, ya que no hay información que compruebe que la muestra no es anterior al crimen.
El abogado de Zárate, Enrique Zabala, explicó que, ante este nuevo panorama “Facundo Macarrón podría quedar totalmente afuera de la causa”.
Un equipo de cuatro peritos coordinado por el fiscal Javier Di Santo había comenzado esta tarde a trabajar en los Tribunales de la ciudad de Córdoba en la traducción del informe del FBI, considerado clave para la causa por la muerte de Dalmasso, asesinada en noviembre de 2006 en el exclusivo barrio de Villa Golf en Río Cuarto.
"Esperamos con esto avanzar en la investigación. Y también va a servir para resolver la situación procesal de las personas que están sospechadas", aclaró el fiscal.
El informe había sido requerido por Di Santo en agosto de 2008 y una parte llegó a la Argentina 17 meses después. Los expertos norteamericanos no obtuvieron datos completos de ADN de las muestras tomadas en la escena del crimen, pero sí verificaron haplotipos - rastros genéticos que no conforman un ADN completo - de un mismo linaje: los Macarrón.
Por eso Facundo, hijo de la víctima y de Marcelo Macarrón, quedó imputado con sospecha leve por abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio calificado por el vínculo.
Ahora llegaron los resultados finales del trabajo, que incluyen la comparación de 28 muestras de sangre con los rastros genéticos tomados del lugar del hecho: en la zona genital, de las sábanas y del cinto de la bata que el asesino utilizó para estrangular a Norita.
Las pruebas corresponden a Facundo Macarrón, su padre Marcelo y su abuelo paterno; al pintor Gastón Zárate y a las 24 personas que estuvieron en la escena del crimen, incluyendo al propio fiscal Di Santo, el cura Felizia, policías, peritos y familiares de Nora.
Los trascendidos del primer estudio daban cuenta de que, incluso en partes íntimas, había rastros genéticos del linaje Macarrón, en especial del viudo, Marcelo, quien tiene probado que viajó a Punta del Este días antes del homicidio.
El resultado de la prueba genética es considerado como algo contundente, en el sentido de que no deja lugar a especulaciones acerca de su precisión técnica, y se considera prueba vital para incriminar o absolver a los sospechosos.