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Tras matar a su hermano y deshacerse del cuerpo en un parque, Conley visitó a su novia que, según declaró, lo vio “especialmente animado”. “Lo hizo para satisfacer su ansia de matar”, dicen los investigadores del caso.
Conley, que acaba de cumplir 18 años, se enfrenta ahora a un juicio en el que podría ser condenado a 65 años de prisión tras declararse culpable, ya que la pena de muerte está descartada por haber cometido el delito cuando aún no era mayor de edad. Mientras tanto, sus abogados defensores argumentarán que estaba “enajenado” cuando ocurrió el crimen.
El proceso hizo que el joven retornara a las tapas de los diarios, donde se recuerdan los detalles más escabrosos del caso que se dio a conocer a principios de 2009. Al parecer, Conley estranguló a su hermano de 10 años después de una pelea, porque le entraron unas ganas incontenibles de hacerlo. “Como cuando te entran muchas ganas de comer una hamburguesa", le explicó a la Policía cuando se entregó, sin mostrar ningún remordimiento por lo que había hecho horas antes.
Ahora comenzaron a escucharse voces que culpan a las ficciones televisivas de muchos de estos actos, mientras psicólogos expertos aseguran que "esto no es debido a un programa de televisión, sino que es indicativo de una perturbación grave".
En diferentes entrevistas, antes de conocerse este suceso, responsables de la serie “Dexter”, que se emite en el canal Showtime de la CBS desde hace cinco temporadas, aseguraban que una de sus preocupaciones era que personas desequilibradas tomaran como ejemplo al personaje interpretado por el actor Michael C. Hall.
Fuente: 20 Minutos.es y Público.es