A veinte años del atentado a la AMIA, se realizaron distintos actos en homenaje a las víctimas. Ralph Thomas Saiegh, el vicepresidente en ejercicio de la AMIA, fue el orador en la ceremonia principal. “En este mismo lugar, hace 20 años empezó un día igual a los demás. Pero en un instante todo cambió para siempre. Quienes tenemos más de 30 años recordamos exactamente que estábamos haciendo o donde escuchamos la noticia”, señaló.
Se trata de “una bomba que atentó contra la Argentina representada en la AMIA”, indicó Saiegh, en tanto que exigió "medidas concretas" para enjuiciar a los culpables del atentado.
Antes de su discurso, a las 9.53 se escucharon las sirenas de emergencia que sonaron aquel 18 de julio de 1994 y se procedió a un encendido de velas encabezado por el conductor del acto, Mario Pergolini.
“El edificio de una institución que estaba celebrando los 100 años de su fundación estaba reducido a escombros. Un país mutilado”, remarcó el vicepresidente de AMIA. En referencia a la falta de justicia, señaló: “Desde el fallo de la Corte Suprema en el año 2009 que permitió reabrir la conexión local, es poco lo que se ha avanzado en el esclarecimiento de este hecho. Carlos Telleldín sabe indiscutiblemente y mucho. Creíamos que junto a él podíamos llevar a juicio a otros de los acusados: a quienes proveyeron el explosivo, a quienes ingresaron la camioneta Traffic que salió convertida en coche bomba hasta su destino final. Solicitamos un juicio a la mayor brevedad posible: queremos saber de una vez por todas qué es lo que pasó”.
“¿Por qué a 20 años sabemos tanto de la conexión internacional pero tan poco de la conexión local? Esa será una deuda moral y legal que nunca dejaremos de reclamar”, reclamó.
“Pedimos a nuestro gobierno que redoble los reclamos en el plano internacional para que los imputados iraníes sean sometidos a la justicia argentina. La AMIA, desde un principio, dijo que el acuerdo con Irán era inconstitucional, y que ninguna utilidad podía aportar a la causa. Tuvimos que ir a la justicia porque el Congreso, con un tratamiento express, convirtió el tratado en ley nacional. El fallo de la Cámara Federal lo dejó sin efecto. Por eso, le solicitamos la derogación expresa al Honorable Congreso”, agregó.
Y concluyó: “20 años, ni un día de olvido. No queremos permitir que a pesar de tanto tiempo nos hagan bajar los brazos. En estos 20 años, aprendimos que el dolor de los que perdieron a sus seres queridos es intransferible y una herida que nos atraviesa cada día. Aprendimos que tenemos la obligación de buscar los caminos para explicarles a las nuevas generaciones lo que sucedió aquí, aunque sea muy difícil encontrar las palabras para semejante aberración. No permitiremos que nuestra causa sea utilizada como bandera en ninguna disputa política, partidaria o electoral. El atentado no fue contra una minoría sino contra todos nosotros y el terrorismo no discrimina en su afán de sembrar el odio y la muerte. Aprendimos que es imprescindible que nuestro país y todos los estados del mundo repudien a quienes apoyan, financian y acompañan a las organizaciones terroristas. Aprendimos que el mejor homenaje es llegar a la verdad, encontrar a los culpables y que cumplan su condena”.
18 de julio de 2014